Las autoridades tratan de calmar el descontento tras protestas del fin de semana en al menos ocho ciudades.
Varias universidades de China enviaron a casa a sus alumnos mientras las autoridades estrechaban sus medidas contra el coronavirus y trataban de impedir más protestas, después de manifestaciones contra la política de cero COVID que incluso pidieron la renuncia del presidente Xi Jinping, en la mayor muestra de disidencia pública en el país en décadas.
En medio de un enorme despliegue policial, este martes no había mención de protestas en Beijing, Shanghái y otras grandes ciudades.
El lunes se relajaron algunas restricciones contra el virus, en un aparente intento de calmar el descontento tras las protestas del fin de semana en al menos ocho ciudades, pero el gobierno reafirmó su estrategia de “cero COVID”, que ha confinado a millones de personas a sus hogares en sus esfuerzos por aislar todos los positivos.
La Universidad Tsinghua, donde estudió Xi y hubo protestas el domingo, y otros centros en Beijing y la provincia sureña de Guangdong dijeron que estaban protegiendo a los alumnos del COVID-19. Pero, dispersarlos por localidades remotas también reducía la probabilidad de activismo tras las protestas en los campus el fin de semana.
Algunas universidades organizaron autobuses para llevar a los alumnos a estaciones de trenes. Señalaron que las clases y exámenes finales se impartirían a través de internet.
Con información de VOA