Wilder Alfredo Córdoba dirigía el canal privado La Unión TV y era reconocido por sus denuncias sobre la inseguridad en ese departamento del suroccidente colombiano.
De nuevo el periodismo regional de Colombia está de luto con el asesinato del también líder social Wilder Alfredo Córdoba, director del canal privado La Unión Tv en el departamento de Nariño, en el suroccidente de Colombia.
El comunicador habría sido ultimado por sicarios en la tarde del lunes 28 de noviembre, según la información preliminar que recogieron en el medio regional digital Popayán Denuncia.
No obstante, en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señalaron que todavía no se conocen detalles la circunstancias del crimen del periodista que tenía 35 años de edad en el momento de su homicidio, el cual se perpetró cuando se movilizaba en su motocicleta en una de las vías de la vereda Quiroz, sector Salado, en zona rural de la Unión.
“Era reconocido en el gremio y la comunidad por sus labores de denuncia en materia de seguridad, así como de apoyo a la divulgación de información de esa población. Desde Indepaz manifestamos toda nuestra solidaridad a su familia y compañeros de trabajo (sic)”, agregaron.
Tras este hecho de violencia, la Alcaldía municipal donde laboraba el comunicador llevó a cabo un consejo de seguridad extraordinario y entregarán una importante compensación económica por información que permita esclarecer el crimen.
“Desde la Administración Municipal se ofrece una recompensa de hasta $20.000.000 millones de pesos, por información que conduzca a la identificación y captura de los autores materiales y determinadores del crimen (…) Líneas de información y absoluta reserva: 3222733406 – 3226729553”, anunciaron en su fan page de Facebook.
Agregaron que el mandatario municipal, Fabián Echeverria, presidió la reunión con las autoridades locales, quienes liderarán la investigación por lo ocurrido.
“Se llevó a cabo en el despacho municipal, donde la Fiscalía General de la Nación, asigna un grupo de investigación especializada de la ciudad de Pasto, para esclarecer los hechos ocurridos; se logra articular los entes de inteligencia, para apoyar la investigación de este lamentable hecho y de todos los que se han presentado (…) Manifestamos nuestras sentidas condolencias y solidaridad a la familia y amigos”, agregaron.
El comunicador precisamente estaba denunciando que en esa población del sur de Nariño, en zona de frontera con Ecuador, se había disparado la delincuencia, como dio cuenta en sus últimas publicaciones de Facebook.
“Este pueblo es un mierdero, nada sirve bien, nada se hace bien carajo”, expresó con frustración. Y luego denunció que un joven de la población herido gravemente en un atraco.
“No escatiman ni horarios, ni sectores, todos podemos ser víctimas (…) Un joven fue apuñalado seis veces en el barrio San Carlos, en este momento se recupera, pero así como fue la situación contó con suerte (…) Le robaron todo, celular, plata, chaqueta, documentos y lo más preocupante, le quitaron la confianza de andar tranquilo en su pueblo”, publicó.
Medios regionales un objetivo del crimen organizado
El homicidio de Córdoba vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de los periodistas y los medios regionales en Colombia.
El domingo 27 de noviembre se reportó que en Santander de Quilichao (Cauca), junto a la sede de la red de medios regionales Proclama lanzaron un artefacto explosivo sobre un registro de gas natural, que por fortuna no ocasionó una tragedia mayor, porque una vecina de la zona cerró a tiempo el suministro del hidrocarburo. Este hecho fue denunciado por las directivas de ese medio a la Fiscalía General de la Nación.
Y el domingo 16 de octubre fue asesinado el periodista Rafael Emiro Moreno en Montelíbano, en el sur de Córdoba. El comunicador era director del medio digital Voces de Córdoba y estaba siendo amenazado desde el 2019, también por las múltiples denuncias que había realizado en esa zona del Caribe colombiano.
Un informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) señaló que, entre enero y mayo de 2022, se tenía un registro de 97 amenazas a medios de comunicación y periodistas, donde los más afectados precisamente son los que cubren las noticias de sus regiones, especialmente de las que más sufren el rigor del conflicto armado interno.
De hecho, a inicios de este año se reportó un atentado con un carro bomba en Saravena (Arauca), donde, además, de resultar una persona muerta y cinco más heridas, fueron afectadas las instalaciones de dos medios de comunicación de esa población fronteriza con Venezuela, indicaron en la FLIP.
En el estudio de esa ONG se tiene también que Arauca y la zona del Bajo Cauca Antioqueño son los lugares más peligrosos en la actualidad para los periodistas que cubren sus poblaciones.
Con información de Infobae.