El abordaje integral de la crisis migratoria en el norte de Chile es un tema que concentra la atención de Rafael Rangel, arquitecto venezolano y creador de la firma Leafar Rangel Arquitectura, quien migró a fines de 2020 y por residir en Iquique ha sido testigo en primera fila de los más recientes eventos en la frontera.
“Siempre he sentido un inmenso apoyo por parte de la comunidad venezolana, no solamente en Chile, sino en cualquier parte del mundo donde nos encontremos, y eso lo aprecio mucho porque, sin importar si estás dentro o fuera de Venezuela, el apoyo siempre es bueno si quieres llegar lejos”, expresa Rangel.
Por ello frente a lo que sucede, Rangel estudia diariamente el contexto migratorio y ofrece su apoyo como profesional a los migrantes criollos que llegan a Chile bajo condiciones irregulares y en situación de calle, a la espera de su proceso legal.
“Pensando en ellos acabo de crear un proyecto diseñado para la Plaza Brasil de la ciudad de Iquique, con el que planteo la reestructuración del espacio público bajo una modalidad de diseño participativo en el que la comunidad y los migrantes venezolanos que hacen vida en esa plaza, trabajen activamente en conjunto para la recuperación de este espacio”, detalla el arquitecto de origen zuliano.
En su propuesta, Rangel considera necesario incorporar materiales reciclados provenientes de las empresas portuarias de la ZOFRI, generando un proyecto sustentable, con espacios de inclusión, de encuentro y expresión cultural, de esparcimiento y de refugio para la comunidad de migrantes que habitan de manera transitoria en este lugar. Todo hasta lograr una mejor calidad de vida.
Rangel egresó en 1998 de La Universidad del Zulia (LUZ) y en sus primeros años como profesional se dedicó y especializó en el diseño de restaurantes, incluyendo en sus portafolios dos de los dos restaurantes más icónicos de la capital zuliana: Antica y Da Vinci. Lideró además proyectos de tipo residencial, comercial, urbano e institucional, dentro y fuera del país.
De migrante para migrantes
En 2014, Rafael comenzó a organizar su salida del país. Preparó todos sus documentos he hizo escala temporal en Estados Unidos, donde estableció alianzas con el periódico El Venezolano en Houston y la revista Hola Tu Revista, trabajando en la edición de artículos de interiorismo y urbanismo.
“Mi visa chilena la tramité desde Estados Unidos. Fui el primer venezolano dentro de dicho país en recibir una visa chilena bajo estas condiciones, lo que provocó un cambio en su plataforma que me permitió obtener dicho documento”, detalla Rangel, quien arribó a Chile a finales de 2020.
Su primer trabajo de arquitectura lo realizó en el Centro Oncoreumatológico Evolutivo, diseñando espacios interiores desde un punto de vista humano para edificios de tipo asistencial. Tuvo que re-aprender y adaptarse a un nuevo sistema de normas.
Hoy reside entre Santiago e Iquique, desde donde trata de expandir Leafar Rangel Arquitectura al mercado internacional. Registró la marca con éxito en 2019 y dos libros de su autoría enfocados en el desarrollo del personal y manejo eficiente del tiempo dentro de una oficina de arquitectura.
Actualmente cuenta con una sede operativa en Venezuela y logró registrar la sede de Leafar Chile. “Nuestro objetivo principal es prestar servicios para solucionar problemas de diseño a diferentes escalas, tanto urbanas como de edificio, aportando funcionalidad, estética, tecnología, innovación y economía, pensando siempre en las necesidades de la ciudad y las personas que habitan estos ambientes, cumpliendo con todos los parámetros de exigencias”
Q’ Pasa en Venezuela