Las noches en Catatumbo son únicas
Los pueblos de agua de Catatumbo entre crisis social y derrames petroleros
Los pueblos del Congo Mirador y Ologá en Venezuela, donde ocurre el fenómeno extraordinario del Relámpago del Catatumbo, se sienten arruinados por la crisis económica, los derrames del petróleo, la migración y la sedimentación.
Sus comunidades dicen que han sido olvidadas por las autoridades y exigen ayudas del Estado e indemnizaciones.
En ese territorio al sur del Lago de Maracaibo, en el extremo occidental de Venezuela, las tormentas suelen ocurrir durante el ocaso, las madrugadas o antes de las primeras luces del día, lo que permite ver cómo el cielo se enciende surcado por una infinidad de rayos que se bifurcan en todas las direcciones. Ese fenómeno donde se concentran un promedio de 250 rayos por kilómetro cuadrado es conocido como el Relámpago del Catatumbo y es único en el mundo. Hace 10 años que fue reconocido con el Récord Guiness.
Esa exhibición natural se manifiesta por 9 horas continuas 300 noches por año sobre dos pueblos del sur del Lago: Ologá y Congo Mirador, que son testigos de un promedio de 1,6 millones de relámpagos cada año.
Entre palafitos, austeridad y centellas, las costas de estos poblados se han empañado por frecuentes derrames petroleros, reclaman sus habitantes, que son cada vez menos.
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