Al menos 32 prisioneros de guerra ucranianos han sido ejecutados por las autoridades rusas en 12 incidentes registrados entre el 1 de diciembre y el 29 de febrero, indicó este martes el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos Volker Türk, quien pidió investigar estos crímenes.
En una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas donde presentó un nuevo informe periódico de su oficina sobre la guerra en Ucrania, Türk también denunció las duras condiciones de cautiverio de estos prisioneros de guerra, a menudo privados de alimento y calefacción.
Los malos tratos que sufren estos detenidos «en algunos casos pueden ser constitutivos de tortura», destacó el alto comisionado austríaco, quien subrayó que algunos prisioneros de guerra entrevistados tras ser puestos en libertad relataron que durante su cautiverio perdieron la mitad de su peso.
El informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, adelantado ya el pasado 20 de marzo, también incluyó entrevistas a prisioneros de guerra rusos en manos de las autoridades ucranianos.
«Si bien no se quejaron del tratamiento y las condiciones a las que fueron sometidos durante la detención, algunos de ellos sí relataron casos de tortura y maltrato en lugares de tránsito, después de ser evacuados del campo de batalla», subrayó Türk.
El informe del alto comisionado también relató la situación de los civiles en zonas de Ucrania ocupadas por los invasores rusos, donde como se publicó ya el 20 de marzo, se ha creado un «clima de miedo para solidificar el control».
«Las autoridades rusas ocupantes han reprimido protestas pacíficas, restringido la libre expresión, impuesto controles estrictos y los movimientos de los residentes, y han saqueado hogares y negocios», describió este martes el jefe de derechos humanos de la ONU.
Además, se anima activamente a que los vecinos se denuncien entre sí, «alimentando el miedo y la desconfianza», aseguró, para añadir que en esas zonas ocupadas se obliga a muchos ciudadanos a trabajar a la fuerza para las autoridades ocupantes, o a servir al ejército.
En el sistema educativo, los niños «leen libros de texto con narrativas prorrusas, que justifican el ataque armado a su país», lamentó Türk.
En conclusión, Rusia ha adoptado en los territorios ocupados «una serie de políticas que han eliminado el derecho a los residentes en el territorio ocupado a elegir libremente su identidad cultural y a participar en la vida cultural de su elección», subrayó.
Tras más de dos años de invasión, agregó Türk, las fuerzas rusas continúan cometiendo de forma generalizada violaciones de derechos humanos que incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, tortura y detención arbitraria, crímenes a menudo dirigidos contra personas percibidas como «proucranianas».
El alto comisionado puntualizó que en algunos casos, ciudadanos de territorios liberados por el ejército ucraniano también son víctimas de las autoridades de Ucrania que en ocasiones castigan a ciudadanos por colaborar con los invasores tras utilizar acusaciones a menudo «demasiado amplias y vagas».
EFE