Regina Freites / Sucre
Como todos los años, los dolientes asistieron al Cementerio General de Carûpano el Día de los Muertos a velar a sus difuntos, restos que talvez no descansan ante tanta insalubridad.
Durante la funesta fecha, el camposanto mostraba el rostro del abandono, la inseguridad y la insalubridad, junto a dantescas imágenes que parecían sacadas de una película de ultratumba.
Macabro escenario
Libny Rivera candidata a la Alcaldia del municipio Bermúdez por el partido Movimento Al Socialismo (MAS), constató las irregularidades que se registran en sus espacios, donde las personas están en riesgo de contraer enfermedades. Detalló la aspirante, que en varios sitios se observan osamentas humanas expuestas, mientras que en los alrededores la contaminación por el hedor a restos descompuestos afectan las vías respiratorias; ello sin mencionar la quema interna por el cúmulo de basura y escombros que no fueron retirados durante la jornada de limpieza efectuada días antes, cuando sacaron de la última sección del cementerio alrededor de sesenta urnas apiladas a lo largo de uno de los pasillos, dejando tras de si restos de osamentas, luego que chatarreros extrajeran de los oxidados sarcófagos elementos para la venta.
Indicó, que además de la proliferación de alimañas y roedores las tumbas se encuentran desvalijafas y deterioradas y no hay seguridad
«Debemos usar el tapabocas por prevención del Covid, pero en el cementerio se debe usar con más firmeza, porque se corre el riesgo de entrar en contacto con tumbas contaminadas por los restos humanos poniéndose el riesgo la salud ante la presencia de posibles bacterias adheridas a las superficies al contacto con alrededor de sesenta urnas que se encontraban apiladas días atrás, en uno de los pasillos del cementerio»; dijo.
La temible escena no terminaba alli: El problema continúa en el centro del camposanto, donde se encuentra la Cruz del Perdón, depósito mortuorio donde van destinados los restos de los cuerpos no reclamados extraídos de las urnas acumuladas, cuyo espacio se encuentra colapsada, por lo que los restos oseos están siendo depositados en otra fosa cercana, pero que requiere un adecuado tratamiento sanitario, toda vez que desde el exterior se pueden observar una considerable cantidad de bolsas contentivas de restos humanos cuyos fétidos olores salen al exterior. «Si alguien va a ubicar los restos de su familiar, le dan cualquiera de esas bolsas», planteó un sepulturero que no quiso identificarse, quien esperaba la llegada de un fallecido por Covid-19 sin las mínimas medidas de seguridad.
Aquí también hay agua de pozo!
Para complementar el problema, planteó que los tanques del cementerio no tienen agua, por lo que los dolientes no les queda otro recurso que comprar agua estancada a algunas personas quienes la extraen de la fosa de un panteón.
«iAquí también hay agua de pozo!» , Exclamó una señora ante la indignación de arriesgarse a caer dentro de la bóbeda para obtener el estancado líquido.