Fuente: El País
Los muertos por los fuegos de la región de Valparaíso son al menos 122, pero las autoridades advierten de que el número seguirá aumentando con el paso de las horas.
El centro de Viña del Mar, destino turístico por excelencia en Chile, parece una ciudad desierta a las seis de la tarde en un día de verano. El toque de queda decretado por el Gobierno de Gabriel Boric en una de las zonas más afectadas por los incendios más mortíferos de la última década –van 122 fallecidos, según el último reporte– guardó a visitantes y locatarios en sus hogares. Por la noche, apenas se dejan ver algunos indigentes, pero sobre todo coches de la policía resguardando que se cumpla la restricción de traslado para facilitar las ayudas y evitar nuevos focos de fuego.
En los cerros de la llamada ciudad jardín la situación en distinta. Vecinos de la Villa Rukan, de la Villa Dulce o del Palto Miraflores se organizan en las calles para evitar saqueos o que se tomen sus terrenos, y persiste el temor a nuevos focos de fuego, pues la sospecha de que los incendios forestales fue intencional, como lo han señalado las autoridades, no se ha disipado.
La tragedia, ha dicho Boric, es la más grande que ha vivido Chile desde el gran terremoto del 27 de febrero 2010, que dejó centenares de víctimaspor el sismo y un maremoto. “Lo digo para que seamos capaces de dimensionar el dolor y la magnitud de lo que estamos viviendo”, señaló.
Por ello, ha declarado dos días de duelo nacional a partir de este lunesUnos 40 kilómetros al sur de Viña del Mar el humo y el olor a tierra quemada escuece los ojos y seca la garganta. Los vestigios del voraz incendio forestal a la altura de Peñuelas, donde todavía se pueden observar algunos focos –pequeños, aparentemente controlado por la mejora en las condiciones climáticas– marcan el ingreso a la región de Valparaíso, ubicada a unos 120 kilómetros de Santiago. Los afectados exigen la presencia de los militares que, por orden del presidente Boric, han sido desplegados en los territorios más perjudicados, pero que muchos aún no los han visto. Esperan con angustia la tercera noche desde que las llamas arrasaron con miles de viviendas y hectáreas forestales.
Boric, que este domingo visitó la región, anunció que solo el Servicio Médico Legal (SML) –el organismo del Estado a cargo de las identificaciones– será el que informe sobre el número de fallecidos. Chile espera con dolor cada uno de los reportes, que ha ido elevando la cantidad de víctimas durante el día: si poco antes de las 14.00 horas eran 64 las víctimas fatales, nueve horas más tarde, a las 23.00 horas, se elevó a 112 fallecidos. En la mañana del lunes el conteo subió a 122, con el anuncio de la entrega de los primeros cuerpos.