Hasta 113.020 webs que alojaban farmacias falsas han sido cerradas en la XIV Operación Pangea de Interpol, que buscaba acabar con la venta de productos engañosos y medicinas ilícitas en la red, anunció este martes la Organización Internacional de Policía Criminal.
Desde su lanzamiento en 2008, esta es la operación que ha conducido al mayor número de cierres, en una investigación coordinada por Interpol en la que han participado policías, clientes y autoridades sanitarias de 92 países.
En Venezuela, un hombre fue arrestado por el desarrollo de una plataforma de venta de medicamentos en línea a través de WhatsApp.
En el Reino Unido, se requisaron tres millones de medicinas falsas por un valor de 13 millones de dólares, y las autoridades retiraron más de 3.000 enlaces de publicidad engañosa, conduciendo en total al cierre de 43 webs en las islas británicas.
En Italia, se recuperaron más de 500.000 mascarillas falsas y 35 máquinas que se usaban para su producción y envasado.
Interpol explicó en un comunicado que la Operación Pangea XIV ha servido para mostrar que los delincuentes aprovechan la demanda de productos de protección e higiene personal generada por la pandemia del coronavirus.
Test, mascarillas y medicamentos
Más de la mitad de los dispositivos médicos incautados eran kits de análisis de covid-19 falsos y no autorizados.
La operación se saldó con 277 detenciones en todo el mundo en la semana del 18 al 25 de mayo y la incautación de productos potencialmente peligrosos por valor de 23 millones de dólares.
“La venta en línea de medicamentos ilícitos sigue siendo una amenaza para la seguridad pública, por lo que operaciones como Pangea son vitales para combatir esta lacra mundial”, destacó el secretario general de Interpol, Jürgen Stock.
Stock pidió a las autoridades que permanezcan alerta el tiempo que dure la pandemia y recordó que el objetivo de esta operación es también sensibilizar a los ciudadanos de los riesgos de comprar medicamentos en internet.
Un peligro camuflado
Los productos contra el coronavirus no fueron los únicos hallados, pues se encontraron hasta nueve millones de productos como píldoras para la disfunción estéril, medicamentos hipnóticos, sedantes, vitaminas, antipalúdicos, antisépticos, jeringuillas, etc.
Un medicamento no autorizado puede ser peligroso pues podría contener la cantidad incorrecta del principio activo, tener fechas de caducidad alteradas, haber estado mal almacenado, ser ineficaz e incluso estar contaminado.
Los criminales los transportan dentro de productos legales como paquetes de ropa, joyas, juguetes, alimentos o productos para bebés.
En Catar, por ejemplo, encontraron cerca de 3.000 pastillas dentro de latas de alubias cocidas.
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