A una semana de los comicios regionales y municipales, el #GuachimánElectoral ofrece detalles sobre los resultados y el impacto político en el futuro del país
Jhonattan González
Los resultados de las elecciones regionales y municipales del pasado 21 de noviembre dejaron datos y lecturas políticas importantes para el porvenir de Venezuela, con respecto al número de votos que obtuvieron las dos principales fuerzas como el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La tolda roja obtuvo 19 gobernaciones (con Barinas en disputa), la mayoría de los cargos municipales, pero con números notablemente inferiores a las 298 alcaldías que ganó en 2017 y menos número de sufragios en total. En esta oportunidad, el Psuv obtuvo 212 alcaldías, la MUD 63, la Alianza Democrática 38 y otros partidos 22, de acuerdo al segundo boletín ofrecido por el Consejo Nacional Electoral.
Del lado oficialista se evidencia una caída considerable desde las presidenciales del año 2006 cuando logró 7.300.243 votos y en estos comicios de 2021 alcanzó 4.053.073 sufragios, una disminución cercana al 50%. Si se comparan los resultados de estas elecciones con las regionales de 2017, donde el oficialismo consiguió en una elección similar (regionales de ese año) 5,814,903 votos, el chavismo perdió cerca de 1,7 millones.
El mayor número de votos del chavismo en una elección presidencial ocurrió en 2012, cuando Hugo Chávez obtuvo 8.184.383. En las presidenciales realizadas en 2013 a raíz del fallecimiento de Chávez, se evidencia una disminución hasta los 7.517.999 sufragios del chavismo. Comparando los resultados de esa elección, en las que Maduro se convirtió en presidente, en las regionales y municipales de este 2021 hubo 3.464.926 votos menos.
En el caso de la oposición los números son más complejos debido a la dispersión del voto hacia las distintas corrientes que surgieron en los últimos años y que no están dentro de la Unidad. La MUD, que en 2006 obtuvo 4.266.766 votos agrupando a todos los principales partidos opositores, y en 2021 logró 2.139.543 con la tarjeta de la manito, presentó una caída cercana al 47%. En caso de que se contemplaran todos los votos de las tendencias opositoras en contra del PSUV, esta cifra sí registró un aumento y supera los 4.200.000.
En 2017, la oposición solo había ganado en 26 municipios y en 2013, su mejor año, contó con el control de 76 alcaldías. Si se juntan los resultados de todas las fuerzas, los sectores que adversan a Nicolás Maduro cuentan este 2021 con el mejor registro histórico en las municipales. No obstante, esto es considerando que son fuerzas políticas contrarias al PSUV- Polo Patriótico.
Lectura de los resultados
Egleé González Lobato, directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones de la UCV, considera que esta elección permite identificar los territorios y la composición de las fuerzas políticas luego de la demostración de las estrategias electorales. Señaló que al conocer la voluntad de los electores, se observarán variantes en los diferentes estados, lo cual tendrá un impacto en la política nacional.
Para el politólogo Fernando Spiritto, la administración de Nicolás Maduro salió debilitada en estas elecciones. “El gobierno gana porque la oposición es un adversario que es todavía más débil, una oposición desunida, sin una estrategia clara y articulada y por lo tanto luce perdida”, agregó.
Explicó que hay un núcleo duro del chavismo que puede estar entre el 10 y 12 % y que se mantiene allí porque el oficialismo está utilizando recursos para movilizar esa parte de la población.
Sobre los resultados obtenidos por la MUD, Spiritto destaca que se producen por no tener una estrategia clara, y que además en esta oportunidad tuvo que pelear espacios contra otros sectores que también se denominan opositores.
El politólogo, Piero Trepicciones apunta que los resultados ratifican el proceso de despolarización que está viviendo la sociedad venezolana y es un fenómeno que ha sucedido mientras muy pocos se han percatado.
“Hay datos extremadamente importantes más allá de gobernaciones y alcaldías, sino de participación ante el reencuentro con el tema del voto a pesar de las dificultades de nuestro sistema electoral. Es un resultado bastante importante que indica que la población está más conectada con liderazgos locales o particulares que con narrativas asociadas a la polarización”, aseguró.
Participación y votos MUD-Psuv
González Lobato subraya que para hablar de los niveles de participación hay que tener en cuenta la variable de la naturaleza doméstica de la elección, los tres años de boicot de la oposición y la decisión tardía de participar por parte de la Unidad.
Por su parte, Spiritto analiza que la abstención fue la gran protagonista, puesto que la oposición perdió todo el capital político que tenía en enero de 2019 cuando Juan Guaidó se juramentó como presidente interino. ”El gobierno interino fue ambivalente, se mantuvo al margen. La oposición siguió con el discurso de que no había condiciones y a último momento factores importantes decidieron participar y no pudieron movilizar al pueblo opositor que ya venía desencantado. Al votante no le gusta perder su voto y al verlos divididos no había estímulo”.
El futuro de la oposición
En medio de los resultados, dirigentes opositores como Henrique Capriles han hecho un llamado a iniciar un proceso de reorganización interna para relanzar a la oposición y renovar los liderazgos luego de que surgieran apoyos considerables por parte del electorado a la Alianza Democrática que alcanzó 1.363.003 votos y Fuerza Vecinal que superó los 500.000.
Ante este escenario, Spiritto considera que aún es muy pronto para hablar de una recomposición de la oposición. “Hay algunos partidos que salieron muy bien y aspiran a convertirse en la oposición, como Fuerza Vecinal, pero cabe recordar que lograron esas posiciones de importancia por situaciones circunstanciales como el voto entubado”. “En Nueva Esparta no ganó Fuerza Vecinal, ganó Morel Rodríguez que es un caudillo”, dijo.
No descarta la fuerza que todavía representa la MUD, puesto que con una actitud clara podrían recuperar parte de su legitimidad y lograr apoyos importantes. “El revocatorio es una excelente oportunidad para recomponerse”, apuntó Spiritto.
Para González Lobato, la revelación es Fuerza Vecinal que ganó una gobernación, 10 alcaldías y una votación media nacional de 386.044 votos. Señala que es una organización que irrumpe en la política nacional y toca medir ese peso para saber si es incluida en la mesa de negociación de México como parte de la Plataforma Unitaria que representa a la oposición, o no.
A pesar de destacar la participación de otras corrientes, la analista asegura que esto no conlleva a un desplazamiento de la MUD, tarjeta que sigue siendo históricamente la más votada en el sector opositor y que cuenta con gran representación en las alcaldías.
Por su parte, Trepiccione sostiene que debería producirse una recomposición del liderazgo político del país. “En los últimos tiempo hemos visto una desconexión importante de los dirigentes con la población. Eso ha hecho que crezca un gran centro político que se alineó con la óptica del descontento generalizado que tiene la población venezolana”.
El panorama en los estados
En los comicios del 21 de noviembre la oposición venezolana consiguió resultados importantes en territorios dominados históricamente por el chavismo. Entidades como Cojedes y Barinas, aún con la interrogante de la gobernación, tendrán gran representación opositora en las jurisdicciones.
“Las zonas rurales históricamente han votado movidas por razones clientelares. Ante la escasez de recursos para manejo de gestiones públicas que limitó las ayudas sociales y el tema de la gasolina y gasoil que han impactado en territorios de producción agrícola, configuró un cuadro para que el chavismo perdiera influencia considerable en lugares donde ganaba holgadamente”, explicó trepiccione.
Para González Lobato la composición política de estados y municipios históricamente dominados por el chavismo, es muy interesante. “Por ejemplo en Cojedes prácticamente las alcaldías de nueve, seis fueron para la MUD y también ganó la gobernación”.
“En Barinas, seis alcaldías fueron para la MUD y hubo 50% de abstención. Quienes votaron han generado un mapa político donde las fuerzas están en todos los estados y eso será propicio para presionar por la convivencia política y social que se suscribió en México”, añadió la académica.
Asimismo, el panorama cambió en las alcaldías donde 77 cambiaron su composición política: en lugares donde nunca había gobernado la oposición, ahora lo hará; y en otras localidades, por ejemplo San Cristóbal, en Táchira, donde el chavismo no había calado nunca, lo hizo el pasado 21 de noviembre.