La directora ejecutiva de la Fundación Santi y sus Amigos, Fabiana Garantón, y familiares de pacientes hemato-oncológicos denunciaron el cierre técnico del servicio de Hematología del Hospital de Niños J.M. de los Ríos. Aseguran que más de 200 niños, niñas y adolescentes están en riesgo por no recibir tratamiento.
Garantón precisó que el cierre ocurre por la decisión del personal médico de no suministrar tratamientos hasta que las autoridades sanitarias realicen estudios al medicamento metotrexato.
El medicamento ocasionó que más de 10 niños fueran hospitalizados hace más de un mes.
«Hay niños que requieren ser hospitalizados y no los están atendiendo. Sus vidas corren riesgo debido a que son pacientes hemato-oncológicos. Este es el servicio de hematología más grande del país y no se puede paralizar», afirmó la directora de la Fundación Santi y sus Amigos.
Hizo un llamado al Estado venezolano, especialmente al Ministerio de Salud, para que den respuestas inmediatas sobre la situación. Afirmó que el tiempo es corto cuando la vida de decenas de niños, niñas y adolescentes está en riesgo.
«Las madres que están aquí temen que mañana sus hijos no estén. Los pacientes necesitan su tratamiento de inmediato», precisó Fabiana Garantón.
Rechazó que el Estado continúe violando el derecho a la vida y salud de los venezolanos. Espera que el mensaje llegue de manera rápida a las autoridades y, aunque no hay tiempo, dijo que tomarán acciones legales de ser necesario.
Padres temen por sus hijos
Johana Fernández, madre de una paciente de este servicio, indicó que la Dirección de este centro de salud les notificó que no estaba en sus manos el cierre técnico y que dependía exclusivamente del personal médico.
Este 13 de septiembre, cuando le notificaron el cierre del servicio, mostró angustia por la salud de su hija. Aseguró que las doctoras de turno le indicaron que debía resolver como madre dónde le agarraban una vía intravenosa a la paciente.
En ese sentido, pidió a las autoridades del Estado asumir la responsabilidad de la situación y dar respuestas para que el personal médico realice la apertura del servicio.
También rechazó que desde febrero, cuando su hija tuvo una recaída, se haya visto obligada a tocar distintas puertas de instituciones privadas para conseguir ayuda con insumos, pues en el hospital les exigen todos los medicamentos.
Karina Trujillo es madre de una adolescente que es paciente del J.M. de los Ríos desde hace tres años. Aseguró que su hija, de 14 años, debe ser hospitalizada porque tiene tres días con fiebre, pero los médicos le indicaron que debía resolver por otro lado porque el servicio estaba cerrado.
«Me encuentro angustiada, al igual que mis compañeras, porque nos informaron que cerraron el servicio. Así como mi hija, que recibe quimioterapia y tiene otras patologías, se encuentran muchos niños en riesgo», afirmó Trujillo.
Albert Lamus, uno de los padres que se encontraba en una protesta a las afueras del hospital este 13 de septiembre, aseguró que desde hace más de 20 días esperan que les informen por qué el metotrexato no se les puede suministrar a los pacientes.
«Están esperando que los niños se mueran. Todo el tiempo incluyen la política con la salud y juegan con la vida de los pacientes», agregó.
Con información de: El Pitazo. Mairen Dona López