Este sábado, 10 de septiembre, Carlos III fue proclamado rey de Gran Bretaña. Ahora puede pasar un tiempo antes de que se lleve a cabo la coronación de Carlos III, que será el gran momento simbólico de su ascenso al trono.
Pasaron unos 16 meses entre la muerte del padre de la reina Isabel, el rey Jorge VI, en febrero de 1952 y su coronación en junio de 1953.
En los últimos 900 años la coronación se ha celebrado en la abadía de Westminster. Guillermo el conquistador fue el primer monarca en ser coronado allí y Carlos III será el número 40.
Se trata de un servicio religioso anglicano, oficiado por el arzobispo de Canterbury. En el momento cumbre de la ceremonia, el arzobispo colocará la corona de San Eduardo sobre la cabeza de Carlos, una pieza de oro sólido que data de 1661.
La corona es la pieza principal de las Joyas de la Corona en la Torre de Londres y solo la usa el monarca en el momento de la coronación (especialmente por su peso de 2,23 kg).
A diferencia de las bodas reales, la coronación es un evento de Estado, y el gobierno paga por esta y, en última instancia, decide la lista de invitados.
Habrá música, lecturas y el ritual de unción del nuevo monarca, utilizando aceite de naranja, rosas, canela, almizcle y ámbar gris.
El nuevo rey realizará el juramento de coronación frente a un mundo expectante. Durante esta ceremonia recibirá el orbe y el cetro como símbolos de su nuevo papel y el arzobispo de Canterbury colocará la sólida corona de oro sobre su cabeza.
Con información de BBC Mundo.