Carolina Isava.
Simbólicamente, Yule representa el renacimiento del Dios después de su muerte en Samhain. Esta celebración corresponde al Solsticio de invierno. También es el primer ritual estacional de la Rueda, es el momento más frío y la noche más larga del año.
Todas las hojas han caído, la naturaleza duerme, es el momento de mayor oscuridad antes de que la luz regrese, es el renacimiento del Dios padre, la primera chispa de esperanza que emerge de la más profunda oscuridad. Es un momento de espera, de recogimiento y meditación.
Se necesita tiempo para despertar a un nuevo ciclo después de la muerte: La vida espera bajo la tierra el momento de renacer.
Yule es un momento propicio para meditar sobre la oscuridad. Es un tiempo de espera atenta en el que podemos observarnos a nosotros mismos y descubrirnos. Celebramos la esperanza del renacimiento confiando en que después de la fase de mayor oscuridad renacerá la vida que duerme bajo la tierra.
Yule se celebra el 21 de Diciembre y es cuando la mitad oscura del año se separa de la mitad de la luz.
En Yule hay celebraciones ruidosas y reflexión silenciosa; nuestros antepasados encendían grandes fogatas en la noche de Yule y bailaban a su alrededor toda la noche para llamar al amanecer, girando y girando para invocar al cambio, tanto en el aspecto interno como en el externo.
La perfecta quietud de las imágenes de Yule (las velas iluminan la oscuridad, el sagrado árbol verde constituye el eco de la naturaleza vibrante de la vida en medio de la muerte y la Madre Tierra que da cobijo al Niño Sol) nos recuerda que, justo cuando las cosas parecen haber perdido esperanza y apagarse, el ciclo cambia y la luz retorna.
Yule es época de hacer rituales y celebrar la luz de renovar y de ver el mundo a través de los ojos de un niño; es hora de levantar nuestros espíritus y atraer armonía, paz y alegría a nuestras vidas.
Espíritu de la Navidad
El Espíritu de la Navidad es una entidad de alta vibración vinculada a la energía de la abundancia, la paz y el amor incondicional, que según algunas creencias llega con el Solsticio de Invierno, es decir el 21 de diciembre.
Según la leyenda, el Espíritu de la Navidad llegó desde las estrellas y se instaló en la región norte, precisamente en la península escandinava, trayendo consigo paz, amor, armonía y prosperidad. Se celebra entre las 10 pm y las 12 am, cuando el ángel desciende para acompañarnos en las fiestas navideñas.
Se celebra entre las 10 pm y las 12 am. Generalmente, durante ese momento se realizan rituales, como abrir las ventanas de la casa para dejar entrar al espíritu navideño, una cena en familia con comida típica de navidad de acuerdo a su tradición gastronómica.
La celebración del Espíritu de la Navidad, tiene la finalidad en principio promover la espiritualidad personal y familiar, en segundo lugar una vez activada la energía del amor junto a la familia, por añadidura se activa la energía de la prosperidad, abundancia y salud.
Qué Rituales se pueden hacer
Limpiar los espacios
Primero que nada para la llegada del Espíritu de la Navidad requiere intención, fe y un espacio limpio y armonioso.
Es fundamental liberar tu hogar de energías negativas, para ello realiza una limpieza física, eliminando el desorden y desechando lo que ya no necesitas.
Dedica un espacio especial en tu hogar para honrar la llegada del Espíritu de la Navidad. Incluye elementos como:
Velas blancas, doradas o anaranjadas, que simbolizan la paz, la abundancia y la espiritualidad. Flores frescas, especialmente de colores claros, como blanco o amarillo, colocar también mandarinas, naranja y anís estrella.
Ofrece gratitud y suelta lo negativo
Antes de finalizar el día, dedica unos minutos a agradecer por todo lo bueno que te ha sucedido y a soltar aquello que ya no deseas cargar, también puedes escribir una lista de cosas negativas y quemarla como símbolo de liberación.
Baño de la abundancia
Sentir la energía de la abundancia en el cuerpo físico es muy importante porque es el reflejo de como vibramos y así lo reflejamos, por eso es impotante bañarnos de esa energía.
En un recipiente coloca, frutas cítricas; Naranjas en ruedas, mandarinas o limón, le agregamos anís estrella, miel y pétalos de flores, los llevamos a hervor y dejamos reposar.
Realizamos un baño habitual y por último el baño de abundancia, una ver terminado colocamos incienso de mandarina o naranja y encendemos una vela anaranjada o blanca en caso de no tener la del color naranja.
Los 12 deseos
Escribe la lista con los 21 deseos que esperas que se cumplan a lo largo del próximo año. los deseos deben estar enfocados en las diferentes áreas de tu vida: amor, salud, trabajo, entre otros. Dobla la hoja, pásala sin quemarla por el humo del incienso y la vela antes de guardarla en un lugar seguro hasta el próximo año. Los deseos no se quemán!