Pacientes renales del Centro Nefrológico Cojedes invocan el derecho a la vida para solicitar al gobierno nacional la reactivación del programa de transplante de órganos suspendido hace 5 años. Dicho programa se ejecuta a través del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos.
La situación agrava el drama de miles de pacientes renales en todo el país dado el incremento del número de personas que requieren hemodiálisis.
Josmary González, paciente renal con 10 años en diálisis, señala que no hay suficientes unidades en centros de salud pública. Tampoco reciben los medicamentos con regularidad por el Instituto Venezolano del Seguro Social. Dice que reciben cuatro horas cuando deben permanecer en la máquina tres horas.
Miles de pacientes que reciben diálisis se encuentran en espera de un órgano para continuar su vida.
La familia es el primer estímulo para insistir en un transplante de riñón, ya sea de donantes vivos o donantes cadavérico. La incertidumbre y el temor reducen las expectativas.
A pesar que la Constitución establece el derecho a la vida en su artículo 43, éstas personas ven la negativa del Estado venezolano de no reactivar el transplante de órganos porque consideran, entre otras cosas, que hay un negocio detrás de las donaciones.
Tanto la Fundación de Pacientes Renales del estado Cojedes como la Organización Nacional de Transplantes de Venezuela han manifestado su llamado a la reactivación del programa de transplante de órganos.