Las presiones económicas y financieras de Estados Unidos y la comunidad internacional contra Rusia por la invasión a Ucrania entraron en una nueva fase el viernes cuando el presidente Joe Biden anunció que quiere poner fin al comercio con Moscú, por lo que revocó su estatus de «nación más favorecida» .
“Será más difícil para Rusia hacer negocios con Estados Unidos y hacerlo al unísono con otras naciones para representar la mitad de la economía mundial”, dijo Biden al dar a conocer su proyecto.
El anuncio enrumba desde una creciente presión bipartidista en Washington, y la Casa Blanca espera que en los próximos días otros países tomen medidas similares.
La revocación del estatus comercial de «nación más favorecida» de Rusia permite a EE. UU. y sus aliados comenzar el proceso de aumento de aranceles sobre muchos productos rusos, debilitando aún más la economía de esa nación, que el Fondo Monetario Internacional predice que se deslizará hacia una «profunda recesión» este año.
Cada país debe cambiar el estatus comercial de Rusia de acuerdo con sus propios procedimientos nacionales, dijeron los funcionarios estadounidenses. En EE. UU., la medida requiere una ley del Congreso, algo que ya cuenta con el beneplácito de legisladores demócratas y republicanos.