Suzany González, directora de esta organización, compartió datos de esta realidad en el país durante una entrevista con Radio Fe y Alegría.
“Las tasas venezolanas duplican las tasas mundiales de embarazo adolescente. Eso nos preocupa mucho porque el embarazo adolescente no es solamente la historia de una niña o un adolescente que postergue su proyecto de vida, sino que esto incide en el desarrollo económico y social de la nación”, indicó.
Explicó que estos embarazos inciden en el aumento de la pobreza. “En la medida en que una niña o una adolescente esté sometida a un embarazo no intencional y por ende a una maternidad forzada, eso hace que dejen de estudiar en su gran mayoría».
De igual forma, aseguró estas jóvenes terminan en trabajos precarios y en muchas ocasiones sometidas a contextos de violencia machista.
Toda esta realidad, según explica González, incide en el desarrollo económico y social del país.
Otro dato que dio durante la conversación es que el país tiene una de las tasas de maternidad materna más alta de la región.
“Son mujeres que dan a luz en nuestros hospitales. No son mujeres que paren en el campo. Mueren en nuestros hospitales y por ende es un tema de nuestro sistema nacional de salud pública”, aseguró.