Lapatilla
Ya se acaba el primer semestre del año, y toca hacer un corte en cuanto a las métricas de consumo. Obviamente, se ha producido una desaceleración producto de diversas variables, y no puede preverse de modo cartesiano cómo se comportará el segundo semestre, bajo la influencia de la petrolera Chevron en la economía, así lo reseñó BANCA Y NEGOCIOS.
El año pasado tuvo una cara de aparente opulencia. Más de 200 restaurantes de lujo fueron abiertos, y a esta hora muchos de ellos dejaron de existir. Caso emblemático es el del restaurante flotante Altum, que era sostenido por una polea a 50 metros de altura, y donde se servían los más suculentos manjares.
En resumen, en 2022 se produjo una especie de ilusión óptica, una burbuja de consumo, que tiende a esfumarse en el aire este año como una pompa de jabón.
Negativo e irregular
El presidente de la firma encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, sostiene que el país tuvo un primer semestre –en términos de consumo- “negativo e irregular” porque hubo una caída. Como no ha cerrado el semestre no se sabe el porcentaje.
Pero en el primer cuatrimestre hubo una caída de 6% en consumo agregado. “Algunos sectores crecieron y otros decrecieron”. En Datanálisis se estima que el semestre cierre más o menos en esa rata de merma.
– ¿Cuál fue el mes de mayor y menor consumo?
-Por supuesto, los de menos consumo fueron enero y febrero, porque se viene de Navidades, los precios vienen alterados, y una parte de la economía está parada. El pico fue mayo, “pero tampoco es que sea en positivo”.
No se recuperó el consumo, como esperaban muchos. Pero la razón de que mayo sea el pico es que hubo cierta estabilidad cambiaria, y en mayo-junio el crecimiento de los precios se desacelera, señala León.
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