Lapatilla
Una publicación de un estado de WhatsApp sobre una jornada de aplicación de un implante subdérmico rodó por el estado Táchira hace dos semanas, logrando reunir en la sala de planificación familiar del Hospital Central de San Cristóbal a más de 200 mujeres adultas y adolescentes, que acudieron desde diversos municipios buscando mecanismos de prevención de embarazos no deseados.
Anggy Polanco // Corresponsalía lapatilla.com
Las mujeres acudieron preparadas con guantes, aguja y otros insumos médicos que solicitaban como requisito, pero solo tendrían oportunidad unas 130 personas. Gran parte de las consultadas expresaron que acudían a esta jornada, porque los dispositivos anticonceptivos se han vuelto muy costosos en sitios privados.
Zuleika Pineda, de 24 años de edad, expresó que planea tener familia cuando termine sus estudios universitarios y cuando tenga las condiciones adecuadas, pero a su juicio, cada vez es más difícil para la mujer venezolana acceder a sistemas anticonceptivos, comprar pastillas o inyecciones a precios dolarizados. Por ello prefiere el implante que dura alrededor de tres años y tiene una alta eficiencia.
“No solo es traer a un niño al mundo, hay muchas enfermedades también. Un hijo se cuida, pero una enfermedad se carga toda la vida”, comentó la estudiante, quien consideró que deben ampliar este tipo de jornadas, porque hay muchas jóvenes que en la actualidad han dejado de lado los tabúes y proceden a cuidarse.
Una adolescente de 17 años que acudió a la jornada expresó que se cuida para no traer al mundo hijos indeseados, pero siendo una estudiante se le complica comprar pastillas. Por tal motivo prefirió recurrir a este método.
“Las niñas hoy tenemos otro tipo de mentalidad y queremos cuidarnos, cumplir nuestras metas, me acabé de graduar de bachiller y voy a estudiar Odontología. Mis padres lo aceptan y están orgullosos”, expresó la jovencita.
En Venezuela no se consiguen todos los métodos anticonceptivos
La directora ejecutiva del Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, (Cedesex), Suzany González Zambrano, expuso que el acceso a métodos anticonceptivos ha mejorado en farmacias y clínicas privadas en comparación con los años 2016 y 2017. Sin embargo, no se consiguen todos los métodos anticonceptivos necesarios, pues hay escasez casi absoluta de parches, anillos hormonales, entre otros.
“En el sistema público de salud, de acuerdo con el levantamiento realizado por organizaciones de la sociedad civil, existe escasez casi absoluta de métodos anticonceptivos. Algunos levantamientos relevan escasez entre el 80 % y 90 %, y en algunas zonas hasta el 100 % de escasez de métodos anticonceptivos en el sistema nacional público de salud. Dicho esto, el acceso efectivo de las mujeres a métodos anticonceptivos es incipiente”, comentó la defensora de los derechos humanos.
Si bien se consiguen algunos métodos en farmacias, la situación económica impide a las mujeres adquirirlos. Aunque en las zonas fronterizas hay más acceso a métodos en comparación con otros estados, porque muchas mujeres pasan a Colombia para aplicarse métodos anticonceptivos, expuso Suzany González. Además, hay muchas organizaciones trabajando con la salud sexual y reproductiva en estos territorios mediante jornadas.
En cuanto a la parte de educación sexual, indicó que a partir del 2018 en Venezuela se adoptaron orientaciones pedagógicas para prevenir los embarazos tempranos en la adolescencia, mediante la cooperación de organizaciones internacionales, lo que ha permitido formar a maestras y maestros en estos contenidos, pero no se está aplicando en las aulas, por varias razones: estructural, religioso y cultural.
ITS en aumento
La ginecóloga tachirense Samatha Medina explicó que estas jornadas, por un lado, son positivas porque llegan a pacientes de bajo recursos que no tienen la opción de llegar a centros privados por el costo que representa los dispositivos subdérmicos, que pueden llegar a costar hasta 120 dólares, y así se evita la tasa de embarazos no deseados.
Por otro lado, como desventaja mencionó que las pacientes a las que les aplican estos aparatos no se estudian previamente en estas jornadas, cuando la Organización Mundial de la Salud establece criterios de elegibilidad para cada método anticonceptivo. Entonces, a un gran número de pacientes luego hay que retirárselos antes de tiempo, porque presentan complicaciones como insuficiencia venosa, cefaleas, spotting exacerbado (sangrado con no se corresponde con la menstruación), entre otros síntomas.
“Hay tener en cuenta que debemos educar a la paciente en salud sexual, porque el implante subdérmico nos va a prevenir un embarazo, pero no previene Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), porque en los últimos años en nuestro estado esta tasa va en un aumento brusco”, advirtió la especialista.
Medina apuntó que estiman que entre el 90 % y 95 % de la población presenta Infecciones de Transmisión Sexual, principalmente Virus de Papiloma Humano (VPH) que es el primer causante de cáncer de cuello uterino a nivel mundial, lo cual quiere decir que esa población joven que tiene implantes y T de Cobre, son más vulnerables a tener cáncer de cuello uterino en unos 10 años. Además, en Táchira se reporta alta incidencia de gonorrea, sífilis y el VIH, detalló la especialista.
La galena explicó que a muchas jóvenes lo único que les preocupa es evitar un embarazo, pero se olvidan de las enfermedades de transmisión y no usan preservativos.
Sin embargo, destacó que con estas jornadas que llevan a cabo gracias a aportes de organizaciones internacionales en centros de salud públicos, sí se está logrando reducir la tasa de embarazos en adolescentes y niñas.
Llegó un momento en que notaron con suma preocupación los embarazos en niñas hasta de 12 años, ya que en la sociedad tachirense todavía persisten muchos tabúes y poca educación sexual a los adolescentes.
“Es preocupante porque es un cuerpo que no está listo para esos cambios y pueden presentar muchas complicaciones, porque es inmaduro para un proceso para el embarazo”, dijo Medina.