Líderes vecinales de diferentes parroquias del municipio Libertador en especial donde se vive un clima de violencia extrema producto de brutales balaceras entre bandas y cuerpos policiales levantaron su voz de protesta responsabilizando a la ministra de interior Carmen Meléndez al calificarla de cómplice por negligencia de que Caracas sea hoy una zona de guerra. Afirman que su incompetencia ha traído como consecuencia solo ayer un saldo de 8 muertos y 13 heridos incluyendo hasta un niño de 10 años impactado por una bala perdida.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, acusó a la dictadura de Nicolás Maduro de ser complaciente e incluso apoyar en la construcción de estas bandas delictivas las que hoy siembran el terror en la capital. “Vemos el enorme poder de fuego del Koki y su combo con armas largas, bazucas o granadas y es imposible no pensar que actores corruptos de las Fuerza Armadas o de cuerpos policiales han hechos negocios con los malandros para proveerlos de estos armamentos, los cuales solo el Gobierno tiene acceso. El ministro de la Defensa Vladimir Padrino y el ex ministro de Interior Néstor Reverol tienen mucho que explicar al país”, afirmó.
Rojas calificó a Carmen Meléndez de negligente ante la violencia extrema desatada en Caracas durante las últimas 48 horas, donde los antisociales han bajado a pleno centro de la ciudad con armas largas desatando el terror en los caraqueños y mucho más grave dejando a la capital manchada de sangre cayendo inocentes heridos producto de las balas perdidas. “La ministra quien también aspira a la Alcaldía de Caracas se burla del pueblo pidiéndole a la gente quedarse en sus casas, confesando con esto que el Gobierno de facto de Maduro perdió el control de Caracas a manos del hampa. Los vecinos de parroquias como El Paraíso, La Vega, El Valle, Santa Teresa o San Pedro solo les queda vivir tirados en el piso a riesgo de ser impactados por una bala perdida a causa de la ausencia de Gobierno”.
El luchador social reveló tener contacto directo con vecinos de la Cota 905 quienes le han manifestado sentir terror tanto de los grupos delincuenciales encabezados por el Koki como de los propios cuerpos de seguridad del estado, ya que estos últimos cuando realizan los operativos asesinan a diestra y siniestra sin hacer diferencia entre malandros y ciudadanos inocentes. “Anoche mismo los malandros con megáfonos y armas largas a cuestas tocaban las puertas de las casas pidiéndole a la población civil salir a defender al hampa, todo bajo la cruel premisa de decidir entre ser asesinados por delincuentes o caer víctimas del criminal Faes. Ante esto hoy en la mañana vimos a centenares de personas salir de La Cota 905 o El Valle con ropa en mano huyendo del conflicto, exigimos presencia de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público en el lugar cuando se realicen los allanamientos”, dijo.
Caraqueños revelan sentir angustia y desesperación
Por su parte Emma Salazar, vecina de La Vega, confesó sentir mucha angustia y desespero ante la violencia desatada en Caracas, teniendo en vilo la vida de miles de vecinos en zonas del oeste. “La ministra Carmen Meléndez con su gestión imperfecta ha sido copartícipe principal para llegar a esta situación invivible, por ejemplo a los que salimos a protestar nos reprimían duramente pero ante la bandas delictivas la respuesta es tibia. Convirtieron a nuestra ciudad en zona de guerra donde disparos impactando contras las casas es lugar común o ver a un niño ensangrentado víctima de una bala perdida es normal . No podemos seguir soportando esto”.
Luisa Rodríguez, vecina de El Paraíso, relató cómo ella junto a su esposo, hija y nieto de apenas 3 años han tenido que vivir encerrados en un baño durante horas escuchando el sonido de la balas cada minuto más intenso, incluso muchas balas impactando contra su edificio ubicado a metros de la entrada de la Cota 905. “Tenemos terror y no entendemos cómo el Gobierno no le ha puesto fin a esta pesadilla, nosotros que estamos en medio del fuego cruzado no tenemos que ser las principales víctimas de este enfrentamiento. Yo vivo en un piso 3 y gracias a dios las balas no han llegado a mi apartamento pero en niveles superiores los disparos chocan contra paredes y ventanas. No queremos perder la vida”, sentenció.