Carlos Vecchio, embajador de Venezuela ante los Estados Unidos, afirmó su respaldo a la política regional anticorrupción de los Estados Unidos comunicada por el Secretario de Estado Antony Blinken, durante su gira por Latinoamérica. Insistió en la necesidad urgente de crear un fondo con los recursos de Venezuela recuperados de estos delitos para atender humanitariamente a los venezolanos.
“Buen discurso de Secretario Blinken en Ecuador, en el cual señala los desafíos para que las democracias funcionen. Uno de ellos la corrupción. Muy pertinente a propósito del caso Alex Saab”, tuiteó Vecchio.
Para el diplomático del Gobierno Interino del Presidente Encargado Juan Guaidó, “la corrupción se ha convertido en un tema de seguridad nacional para EEUU”. Coincide con Blinken en que este flagelo debe combatirse dentro y fuera de EEUU. “La corrupción de Maduro toca varias jurisdicciones y deben apoyarse entre países para ser más efectivos”.
Añadió que “las acciones (de la justicia de EEUU) contra Saab responden a una línea acertada de acción contra la corrupción. La corrupción de Saab llega al entorno familiar de Maduro, a mafias, y a gobiernos de otros países que han apoyado la corrupción y actividades ilícitas . Le han robado el futuro a Venezuela”.
En su discurso en Ecuador sobre los retos de EEUU, el Secretario Blinken expresó que “el costo de la corrupción es el 5 por ciento del PIB mundial. Reduce el crecimiento, desincentiva la inversión, profundiza las desigualdades”. En este sentido, Vecchio asegura que “en el caso de Venezuela el impacto es aún mayor. El saqueo es enorme”.
Citando el libro de investigación “El Gran Saqueo”, de los venezolanos Carlos Tablante y Marcos Tarre , el embajador Vecchio acota cifras de lo que ha robado la corrupción de la dictadura a los venezolanos. “De lo que sabemos: Saab, Vielma, Pulido: $1,900 millones; Andorra: $4,000 millones; Andrade, Gorrín: $1,000 millones; Claudia Díaz (enfermera de Chávez) y Gorrín: $1,300 millones; Gorrín: $1,200 millones. ¿Cuántos casos? Multipliquen por 22 años. El chavismo es una fábrica de corrupción. ¡Que saqueo!”.
En este sentido, Vecchio reafirma al Secretario de Estado norteamericano que “la corrupción no solo roba dinero sino derechos”. Coincide con Blinken en “la corrupción afecta a la gente en su vida cotidiana y drena recursos del Estado que podrían utilizarse y dedicarse a una escuela, hospital, a algo que de hecho mejore la vida de las personas”.
Es por ello que el embajador Vecchio insiste “en la necesidad de que los EEUU pueda crear un fondo con los recursos que recupere de la corrupción y que dicho fondo sea manejado transparentemente para ayudar a los venezolanos víctimas de esa corrupción”.
Vecchio enfatiza que “los corruptos deben pagar” y, tal como expresa el Secretario Blinken, se debe insistir en exigir responsabilidades y establecer “sanciones específicas contra la corrupción hasta las acciones penales y civiles de aplicación de la ley, pasando por la denegación de visados a los funcionarios corruptos y sus familias”.
Para el embajador venezolano, quien días atrás abordó temas como este con el Secretario Adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado, embajador Todd Robinson, estas acciones anticorrupción son otra forma de que “EEUU lidere con el poder del ejemplo”.