Saqueos, disturbios e incendios de mobiliario público y de propiedad privada salpicaron este lunes una jornada mayormente pacífica y festiva en la que decenas de miles de chilenos en todo el país celebraron el segundo aniversario de las históricas protestas que comenzaron el 18 de octubre de 2019.
La concentración más masiva tuvo lugar en la céntrica Plaza Italia de Santiago de Chile, con cerca de 10.000 personas, según las primeras cifras ofrecidas por las autoridades policiales, que en su gran mayoría se manifestó de forma pacífica, con cánticos y música, y que se extendió desde primeras horas de la tarde y hasta entrada la noche.
En las inmediaciones de este lugar, el cuerpo policial de Carabineros de Chile reportó la quema de varias paradas de autobuses urbanos, el incendio de la entrada de un parque cercano tras el que lanzaron una bomba molotov y varios enfrentamientos con algunos grupos de personas.
También hubo fuego estructural en un local comercial, que el cuerpo de Bomberos logró sofocar, y hacia la periferia de la capital se reportaron algunos saqueos, uno de los cuales dejó un saldo de 12 personas detenidas, así como el saqueo y la destrucción de una oficina del Registro Civil.
Medios de comunicación locales informaron de la quema de un vehículo civil en la norteña ciudad de La Serena y de varios disturbios y saqueos de locales comerciales en Valparaíso, en la costa central.
Carabineros también informó del incendio de una casona abandonada, declarada patrimonio histórico, en la norteña ciudad de Antofagasta.
En total, en las primeras horas de la noche, la cantidad de detenidos a nivel nacional supero la treintena, según Carabineros, que desplegó un operativo especial con casi 20.000 agentes en todo el país para controlar las protestas de esta jornada.
GOBIERNO: DELINCUENTES SE APROVECHAN DE ESTAS FECHAS
“Estamos en presencia de algunos delincuentes que utilizan estas fechas para delinquir, para saquear, para quemar, para robar para atacar a Carabineros, a civiles y propiedad pública y privada”, dijo el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno, el palacio de La Moneda.
El ministro condenó los hechos violentos e hizo un llamado a repensar la ley de indulto que se debate en el Congreso para los detenidos durante las protestas de 2019, a los que algunos sectores políticos y sociales se refieren como “presos políticos”.
“Aquí no hay presos políticos. Las 30 personas que han sido detenidas hoy y los que queden privados de libertad, si tenemos las pruebas suficientes para aquello, van a estar privados de libertad por los delitos que han cometido en el marco de una manifestación, no por pensar distinto”, dijo Delgado.
Chile vivió a finales de 2019 la crisis social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que empezó como una protesta contra el alza en el precio del tiquete de metro y se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo y más derechos sociales, cuyo saldo fue una treintena de muertos y miles de heridos.
Las revueltas dejaron episodios de violencia extrema con incendios, saqueos y destrucción de mobiliario público, además de señalamientos por parte de distintos organismos como la ONU y Amnistía Internacional (AI) contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
El proceso constituyente para redactar una nueva Carta Magna en el que está inmerso Chile, y que esta jornada vivió un hito importante con el inicio del debate de fondo sobre el contenido del Texto Fundamental, fue la salida institucional y política que encontró el país para calmar las calles en 2019.
La Convención Constituyente que trabaja en la nueva Carta Magna se instauró en julio de este año y su objetivo es redactar antes de mayo de 2022 la nueva Constitución que sustituirá a la actual, vigente desde la dictadura militar y concebida como el origen de las graves desigualdades por las que tuvieron lugar las protestas.
EFE