El lunes 28 de noviembre se cumplió una semana desde que un grupo de activistas decidió encadenarse en la plaza Morelos de Caracas, frente a la sede principal de la Defensoría del Pueblo, en protesta para exigir que se garanticen y respeten los derechos humanos de las personas LGBTI en Venezuela.
En el país las personas trans no pueden cambiarse el nombre, los militares son enviados a prisión si expresan abiertamente su homosexualidad y las parejas del mismo sexo no pueden casarse civilmente. Todas estas vulneraciones a los derechos de las personas LGBTI han tratado de ser revertidas, durante años, a través de los poderes del Estado, que no han atendido los reclamos y su única respuesta es la omisión.
Con información de Monitoreamos