En una barriada de Chaco, en Venezuela, los niños se preparan para un enfrentamiento muy divertido: la guerra de bombas con agua, un juego tradicional en Carnaval.
Las pilas de agua o canillas que está en las calles, sirven para que los niños llenen las bombas con agua. Algunas veces, estas se revientan antes de que puedan lanzarlas. Todo hace parte del juego.
El enfrentamiento será entre los chicos de Bucaral y Santa Cruz. No habrá perdedores o ganadores, solo agua, risas y diversión.
Las bombas de agua son las protagonistas, pero algunos también juegan con harina y otros elementos que sirvan de defensa.
Mientras llega la hora de la tradicional batalla entre las barriadas, los chicos van afinando entre ellos su puntería. Unos se echan agua con un balde, otros usan una pistola de juguete. Más allá, en una zona seca y segura, los adultos observan.
Las bombas de agua vuelan de un lado a otro y las risas no se hacen esperar. Un vecino que camina por la zona, solo pide que lo dejen fuera de la batalla.
Al final de la batalla, empapados de pies a cabeza, todos ríen y celebran aquel divertido día.