El virus respiratorio sincitial, o VRS, está tomando fuerza en Estados Unidos a medida que la población se relaja y toma menos precauciones ante el descenso de los casos de coronavirus en el país.
Por infobae.com
Las autoridades sanitarias y los pediatras dijeron que están registrando un número inusualmente alto de casos de VRS, que suelen ser más comunes en otoño e invierno (Estados Unidos actualmente se encuentra en verano). Las infecciones con el VRS y la gripe descendieron mucho durante la pandemia de coronavirus, según las autoridades, probablemente debido al distanciamiento social, el uso de mascarillas y las medidas de higiene que se hicieron costumbre desde marzo del año pasado.
“Las cosas que hacíamos para protegernos del COVID también son excelentes para evitar que nos contagiemos de la gripe y el VRS”, dijo Chulie Ulloa, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas y profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la UC Irvine, según The Wall Street Journal. “Como todo se está relajando, probablemente vamos a ver un repunte de algunas de estas infecciones comunes que normalmente vemos fuera de una pandemia”, agregó.
El VRS es un virus fácilmente transmisible que infecta las vías respiratorias. Es tan común que casi todos los niños se contagian a los dos años, de acuerdo a las autoridades sanitarias. Los adultos también pueden contraerlo y propagarlo, y es posible infectarse más de una vez. Se propaga a través de las gotitas de tos, los estornudos y las superficies, según The Wall Street Journal.
Para la mayoría, la infección puede resultar en un resfriado, aunque también puede causar una enfermedad grave en bebés, niños pequeños y adultos mayores, en particular aquellos con problemas de salud preexistentes. Es la causa más común de neumonía y bronquiolitis en bebés menores de un año en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Las autoridades sanitarias informaron que los casos de VSR están aumentando especialmente en los estados del sur del país norteamericano. El pasado 10 de junio, los CDC emitieron una alerta a los proveedores de servicios sanitarios y a los cuidadores sobre el aumento de los contagios y los instaron a realizar pruebas de detección del VRS. Solicitaron a las personas que trabajan en el sector de la salud y el cuidado de niños que eviten ir a trabajar si están enfermas, incluso si las pruebas de COVID-19 presentan un resultado negativo.
Children’s Health, un sistema hospitalario con sede en Dallas, notó el aumento de los casos de VRS en mayo, y confirmó 279 contagios en los primeros 21 días de junio, después de haber visto muy pocos durante el otoño y el invierno, de acuerdo a información de The Wall Street Journal.
Cada año, el VRS provoca unas 58.000 hospitalizaciones y entre 100 y 500 muertes en niños menores de cinco años, así como 177.000 hospitalizaciones y 14.000 muertes en adultos mayores de 65 años, según los CDC.
Los síntomas de los bebés y los niños pequeños pueden incluir irritabilidad, falta de energía o disminución del apetito, así como como tos, fiebre o sibilancias.
La mayoría de los niños y adultos mejoran después de una o dos semanas. Aún no existen vacunas y sólo hay pocos tratamientos específicos además de los cuidados de apoyo, como la administración de analgésicos y líquidos. En los casos más graves, se puede necesitar oxígeno adicional.