Lapatilla
A pocos días de iniciar el año escolar 2023-2024, Mildred Rojas, representante de una estudiante de 4to año de bachillerato en un liceo de Guacara, estado Carabobo, la invade una interrogante: “¿Qué pasará con la educación en Venezuela?” Su preocupación radica en que los estudiantes no reciban educación de calidad, debido a la crisis que enfrentan los maestros y planteles educativos.
Corresponsalía lapatilla.com
El pasado año escolar, su hija recibía clases solo dos veces por semana en el liceo, ya que los docentes dividían la semana entre dar clases, protestar en las calles y rebuscarse en otros oficios para conseguir ingresos económicos extras que les permitieran sobrevivir.
“Tenemos excelentes docentes, pero lamentablemente no tienen el sueldo que merecen. Nosotros en casa reforzamos y complementamos lo que le mandan en clase a mi hija (…) Me afecta como madre, porque en este país si un docente fuese bien remunerado, aquí la educación fuera como en años atrás”, afirmó.
La inquietud de esta representante coincide con la posición de la presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Teresa Márquez, quien vislumbra que este nuevo año escolar será muy parecido al anterior, si la administración de Nicolás Maduro no da respuestas a las exigencias en materia de salario, restitución de beneficios, arreglos en las escuelas, programas sociales, servicios públicos, entre otros problemas que contribuyen al detrimento de la calidad educativa.
Mal preparados
Márquez manifestó que les preocupa la formación académica, debido a que los alumnos salieron deficientes en el año escolar 2022-2023. Precisó que las áreas más afectadas desde hace varios años son matemática, física, química y biología, porque no cuentan con suficientes profesores especialistas.
Detalló que se han ido más de 130.000 profesores del país y hay otra gran cantidad de docentes que no emigraron, pero han cambiado de trabajo, porque ganan más en otro oficio que lo que les paga el Ministerio de Educación o la Gobernación del estado.
“Los muchachos no salieron preparados, imposible trabajando uno o dos días que los muchachos hayan adquirido los conocimientos suficientes en su grado. Eso nos preocupa y no queremos dejar a los niños sin clases, queremos que se resuelva el problema educativo en el país (…) El Gobierno tiene paralizada la educación, porque no les paga a los maestros, no hay servicios en las escuelas, no hay escuelas en buenas condiciones, no hay el Programa Alimentario”, aseveró Márquez.
El año escolar 2023-2024 iniciará el lunes 2 de octubre, según informó la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez.
Ante esto, la presidenta de la FVM hizo un llamado a los padres y representantes a apoyar a los alumnos en su proceso educativo, así como también respaldar a los maestros en su lucha por reivindicaciones salariales.
Indicó que en el área sindical no han dictado ningún lineamiento sobre si se mantendrá el “horario mosaico”, donde los docentes acudían a los planteles dos o tres veces por semana. Aclaró que en este nuevo año escolar, el horario de clases será acordado por los maestros, padres y autoridades de cada plantel.
“Los maestros no pueden asistir a las aulas de clases, porque no tienen cómo pagar pasaje. Si pagan pasaje, no comen; y si comen, no pagan pasaje. El maestro está en unas condiciones críticas”, expresó.
Deficiencias del sistema
Según el artículo 103 de la Constitución, toda persona tiene derecho a una educación integral de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades. El artículo reza que “la impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas. El Estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y culminación en el sistema educativo”.
La presidenta de la organización no gubernamental Padres Organizados de Venezuela, Adelba Taffin, manifestó que la administración de Nicolás Maduro viola el mandato constitucional al no garantizar el acceso a una educación de calidad, impartida por los mejores profesionales, en las condiciones necesarias para que el proceso educativo se desarrolle de manera idónea.
Consideró que en este nuevo año se va a seguir profundizando la Emergencia Humanitaria Compleja que también afecta a la educación. Destacó que los más perjudicados son los estudiantes y el personal que labora en las instituciones educativas oficiales, que es donde cursa estudios alrededor de 87 % de la población estudiantil del país.
“El derecho a la educación debe ser garantizado sin ninguna limitación, ni excusa, porque de lo contrario lo que vamos es a condenar a nuestros niños, niñas y adolescentes que cursan estudios en las escuelas oficiales, a la ignorancia, el atraso, la pobreza”, subrayó.
Denunció que los programas sociales que están asociados a la garantía de una educación de calidad, como son el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y la dotación de útiles, uniformes y zapatos no se están cumpliendo. Taffin detalló que el año pasado alrededor del 40 % de los planteles oficiales recibían el PAE, pero de forma irregular, no todos los días, sumado a que las cantidades eran insuficientes, la calidad nutritiva muy baja.
Con respecto a la compra de uniformes y útiles escolares, los padres y representantes deben buscar maneras de cubrir los gastos escolares en medio de la precaria situación económica.
“Tengo dos hijas mayores que el uniforme de una le queda a la otra, la menor va a utilizar los uniformes de las hermanas. Todavía no he comprado cuadernos, voy a ver qué consigo y en qué precios están”, dijo Mildred Rojas, mamá de una estudiante de 4to año de bachillerato.
Escuelas en condiciones “infrahumanas”
El 18 de agosto de 2023, Nicolás Maduro informó desde las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y Salud (Bricomiles) que han rehabilitado más de 23.000 espacios para la formación a escala nacional.
De acuerdo a cifras de la presidenta de la FVM, Carmen Teresa Márquez, al menos 60 % de los planteles educativos del país no están en condiciones para retomar las actividades, debido al marcado deterioro de la infraestructura. Informó que cerca de 1.000 escuelas en el territorio nacional no cuentan con electricidad. “En todos los estados del país, las condiciones son infrahumanas en las escuelas”, dijo.
Por su parte, la presidenta de la ONG Padres Organizados de Venezuela, Adelba Taffin, indicó que alrededor de 26.000 planteles en el país, solo el 30 % está en condiciones para recibir a los estudiantes. Refirió que el resto no cuenta con servicios públicos de manera permanente como agua y electricidad, tampoco tienen pupitres suficientes, no disponen de computadoras ni acceso a internet y los laboratorios y bibliotecas no están dotados.
En el liceo donde estudia la hija de Mildred Rojas, ubicado en el municipio Guacara del estado Carabobo, les dicen a los representantes que, si está entre sus posibilidades, colaboren con detergente, bolígrafos, hojas, entre otros insumos. “Antes de salir de clase, estaban tapados con teipe los enchufes, eso es peligroso. Se hizo una reunión pidiendo colaboración a los representantes para ver quién tenía conocimiento en electricidad para que hiciera la colaboración de arreglar la parte eléctrica”, contó Rojas.
Deserción escolar
La Federación Venezolana de Maestros no maneja cifras sobre la deserción escolar. Sin embargo, su presidenta asegura que hay un gran número de niños, niñas y adolescentes que ha dejado de estudiar.
“El padre a veces no tiene cómo enviar al niño al colegio, porque no tiene comida para darle y no va. Vemos una gran cantidad de niños en la calle, en las esquinas, semáforos, limpiando vidrios, esos son muchachos que se niegan a estar en lo malo y prefieren estar en un trabajo de ese tipo para poder llevar una harina Pan a la casa”, señaló.
Adelba Taffin pidió a la administración de Nicolás Maduro hacer la inversión necesaria para que el proceso educativo se desarrolle de manera eficiente y así evitar la deserción escolar y que continúe creciendo el número de niños que jamás ha ingresado a una escuela.
“Todo está en manos del Gobierno nacional, porque si se hace la inversión que se requiere, se rehabilita la infraestructura, se paga a los docentes, se garantizan los programas sociales que puedan permitir más fácilmente que los muchachos acudan a los centros educativos en mejores condiciones, se va a ir reduciendo la deserción, el ausentismo, la falta de reinserción a las escuelas y se va a acabar esa situación de desigualdad que hay entre los niños, cuyos padres no pueden pagar por una educación privada y aquellos que sí pueden hacerlo”, sostuvo.
Diálogo sincero
Carmen Teresa Márquez lamentó que las autoridades en materia de educación no han dado respuesta a las peticiones del gremio. Precisó que el 19 de julio llevaron un documento a la vicepresidenta Delcy Rodríguez en el que piden salario digno, seguridad social, restitución de primas que fueron violentadas por la Onapre, resolver la situación de la infraestructura y servicios en las escuelas, cumplimiento del PAE, pero no han recibido respuesta efectiva.
“Nosotros queremos aumento de salario, no bonos. Un salario que tenga que ver con las prestaciones sociales, que incida en el pago del bono vacacional y en el bono de aguinaldo”, reiteró.
Afirmó que están dispuestos a un “diálogo sincero” para que se resuelva la crisis en el sector educativo y se garantice el derecho a la educación de calidad.