Las fuerzas armadas ucranianas se preparaban el domingo para una contraofensiva inminente, luego de que un alto comandante afirmara que la defensa de la ciudad de Bajmut, bajo un intenso asedio ruso, era necesaria para “comprar tiempo” antes de su arremetida.
Previamente, la inteligencia británica afirmó que la línea de frente cambió en la batalla por Bajmut, la más prolongada y sangrienta de la invasión rusa, pero que sería “sumamente difícil” que Rusia tenga mayores avances en el devastado poblado.
Algunos expertos militares han cuestionado el sentido de resguardar la ciudad, pero el comandante de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Syrsky, afirmó el sábado que ayuda a ganar tiempo en la preparación de una futura contraofensiva.
“Los verdaderos héroes son los defensores que cargan con el peso del frente este sobre sus hombros”, declaró el responsable, citado por el servicio de prensa del ejército ucraniano.
“Es necesario ganar tiempo para acumular reservas y lanzar una contraofensiva, que no está lejos”, manifestó.
En un video, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, aseguró que sus fuerzas ya estaban cerca del centro administrativo de Bajmut.
“Este es el edificio de la administración municipal”, dijo, señalando la construcción desde el tejado de otro edificio.
“Están a un kilómetro y doscientos metros”, precisó en la grabación difundida por su empresa Concord.
“Lo más importante es conseguir la cantidad correcta de munición y avanzar”, añadió Prigozhin en traje militar.
Los hombres de Prigozhin están en primera línea en la batalla de Bajmut, que provocó grandes pérdidas en ambos bandos.
El ministerio ucraniano de Defensa reportó el sábado que sus fuerzas repelieron “más de 100 ataques enemigos” a lo largo del día en el frente oriental.
En una entrevista con el diario francés Jornal de Dimanche, la viceprimera ministra ucraniana, Olga Stefanishyna, destacó el costo humano del asedio ruso sobre Bajmut.
“Miles de soldados rusos murieron a una tasa considerable en esta batalla”, afirmó. “La masa humana de su infantería es una arma formidable, parece interminable en volumen y en tiempo”.
Pero incluso si capturan el “pequeño poblado”, agregó, “no impactará los corredores estratégicos que aún controlamos en la región”.
Según la inteligencia militar británica, el río Bajmutka, en el centro de la ciudad, marca ahora la línea del frente.
“Las fuerzas ucranianas sostienen el oeste del poblado y han demolido puentes clave sobre el río, que se extiende de norte a sur por un terreno abierto”, indicó el ministerio británico de Defensa.
“Esta zona se ha convertido en una zona de muerte, y podría resultar un gran desafío para las fuerzas de Wagner que buscan continuar su asalto frontal hacia el oeste”, agregó.
Prigozhin, un aliado del presidente Vladimir Putin, ha estado envuelto en una lucha de poder con el ministerio de Defensa, y ha criticado al alto mando militar ruso, acusándolo de no compartir municiones con las fuerzas de Wagner.
Pero el sábado cambió de tono y elogió a los jerarcas militares rusos, señalando que “absolutamente, totalmente apoyo sus iniciativas”.
En el sur de Ucrania, al menos tres personas murieron y dos resultaron heridas en un bombardeo ruso en Jersón, informaron las autoridades.
La ciudad fue liberada por las fuerzas de Kiev en noviembre, tras varios meses de ocupación. Pero desde entonces, la región, que Moscú controla parcialmente, es blanco de continuos bombardeos rusos.
“Los terroristas rusos bombardean de nuevo a Jersón”, dijo el jefe de la administración presidencial, Andriy Yermak, quien publicó una imagen de bomberos al lado de un vehículo calcinado.
Varios coches quedaron dañados tras el bombardeo.
Galina Kolisnik, de 53 años, escapó a la “tragedia”, dice a la AFP.
La mujer se encontraba “en el interior de una tienda” cuando oyó las explosiones.
“Entramos dentro y, cinco minutos después, ocurrió la tragedia”, explicó. “Nuestro coche fue alcanzado (…) es horrible”, añadió.
AFP