Erika Quintero, de 32 años, levanta la mano para mostrar donde estaba su casa. Se queda en silencio, solo se observan escombros. “Perdimos todo”, dijo.
En Las Tejerías, estado de Aragua, en el centro de Venezuela, un deslave dejó al menos 36 fallecidos, decenas de desaparecidos, arrasó con viviendas, negocios y autos. La tragedia ocurrió luego de horas de intensas lluvias que comenzaron hacia la tarde del sábado. Varios ríos se desbordaron y arrastraron sedimentos, rocas y árboles desde la montaña.
«Lamentablemente tenemos 36 personas fallecidas al momento y 56 personas que están desaparecidas», dijo el lunes el ministro del Interior, Remigio Ceballos, en un video publicado en Twitter.
Unos 3.000 funcionarios están desplegados en las labores de búsqueda bajo el lodo que cubrió este pueblo.
“Mi casa es esa que está atrás, la que está totalmente caída”, dice Quintero a la Voz de América.
La vivienda de Quintero engrosa la cifra de unas 400 casas que quedaron inhabitables, según las autoridades, que dan un balance de otras 700 con afectaciones.
“Perdí mi casa, pero gracias a Dios tengo a mis hijos vivos”, continúa Quintero, que toda su vida ha vivido en la zona.
A unos pasos, otra mujer excava entre el lodo y pedazos de ramas de árboles en busca de un hermano, que tiene horas desaparecido.
“Un hombre que venga, por favor”, pide ayuda en voz alta, mientras sigue cavando entre los escombros.
Otros miran desconsolados. Van y vienen sin rumbo. Hay muchos niños descalzos.
La zona no tiene electricidad desde el sábado, y las comunicaciones son complicadas.
El domingo, personas caminaban con bolsas de plástico por la carretera llena de tierra, con lo poco que lograron rescatar.
El tránsito está restringido. Algunos autobuses ofrecen servicio de traslado gratis desde la zona.
“Nadie nos escuchaba”
Una señora de completo cabello blanco camina por estas calles pidiendo dinero para comprarle comida a su nieto. No ha podido entrar a su casa, que dice está completamente tapiada.
“Estamos vivos porque Dios es muy grande”, dijo Yandry Carmenate, de 37 años, que quedó encerrado con el agua casi hasta el techo en su negocio de bisutería y hortalizas.
La marca del agua en la pared refleja las horas de angustia.
“Yo nadaba por todos lados”, tratando de romper paredes o ventanas para poder salir, contó.
Tiene heridas en sus brazos y piernas que se hizo mientras trataba de escapar del barro.
“Eso fue triste, doloroso”, mi esposa y yo solitos estábamos ahí, pero nadie nos escuchaba porque ya el agua se había metido en todo y teníamos todo tapiado y nadie nos escuchaba, no había nada, pensábamos que nos íbamos a morir”, dijo el hombre, de nacionalidad cubana, que lleva ocho años en Venezuela.
Junto a su esposa, Carmenate trata de rescatar lo que pueda de su comercio. En el suelo, repleto de lodo, hay cestas con verduras destrozadas, ropa dañada y bisutería. “Perdí todo, pero lo material se recupera”, dijo.
Su vecino no corrió con la misma suerte. “En la madrugada, cuando logramos entrar a su casa estaba ahí, falleció”, dijo Carmenate.
Venezuela experimenta lluvias atípicas que han ocasionado daños en varios estados, siendo este el desastre más grave en lo que va de año.
El presidente Nicolás Maduro recorrió la zona este lunes y prometió reconstruir viviendas.
“Nadie se va a quedar abandonado, nadie se va a quedar sin casa”, dijo Maduro. “Vamos a recuperar hasta el último comercio y la última casa”, agregó.
Información de la VOA