El dictamen de medicina legal es contundente, la muerte del estilista de los famosos Mauricio Leal y su mamá Marleny Hernández fue un homicidio. El hecho fue tan premeditado, que quien realizó el asesinato o quien lo planeó se dio a la tarea de poner pruebas y acomodar la escena del crimen de forma tal que pareciera una trágica escena en la que Mauricio le habría quitado la vida a su mamá y luego se habría suicidado. No fue así, y las pistas que ha revelado en exclusiva SEMANA dejaban en evidencia estos vacíos.
Por semana.com
La carta
La primera pista fue revelada precisamente por este medio. Se trataba de una carta escrita a puño y letra con tinta azul y más rastros de sangre que decía: “Los amo, perdónenme, no aguanto más, a mis sobrinos y hermano dejo todo, con todo mi amor; perdóname, mamá, 11.24?. Ahí empezaron las dudas y las especulaciones, las personas más cercanas al estilista decían que esa no era su ortografía y su redacción, que no parecía escrita por él.
La imagen era impactante. En un cuarto de la lujosa casa estaban acostados ya sin vida los cuerpos del reconocido estilista Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández. La cama era amplia, en su cabecera se podía ver un cuadro con dos alas doradas como si se tratara de un ángel con un mal presagio. Los dos estaban con la cara descubierta. Las manos de Mauricio sostenían un cuchillo de mango negro incrustado en el abdomen, la sangre se mezclaba con la ropa, las sábanas y el cubrelecho, de color blanco y beige.
La escena del crimen
Las primeras dudas surgieron porque en los brazos del difunto Mauricio Leal encontraron. Los investigadores notaron algunos rastros de hematomas y aparentes rasguños en los brazos de Mauricio, que revelarían un forcejeo intentando proteger su vida. Una pista más está en que en la escena apareció otro cuchillo del que encontraron únicamente su mango. La hoja cortante no se encontró.
Las cobijas sobre los cuerpos estaban muy bien puestas, como si alguien los hubiera arropado y acomodado de tal manera que no quedara duda de que lo que había al frente era un suicidio. No se trató de un hurto, todas las cosas de valor estaban en su sitio, y fuera de este cuarto, donde yacían los cuerpos, no había señales de violencia o de enfrentamientos.
También hay dudas en las versiones entregadas a la justicia. Las primeras de ellas de Jhonier su hermano, de quien se aseguraba había sido el primero en entrar a la casa de Mauricio Leal, pero no había sido así, él había llegado acompañado por el conductor quien fue el primero en encontrar los cuerpos sin vida. Testimonios obtenidos por SEMANA señalan que la principal preocupación de Jhonier era que la escena del crimen no fuera alterada.
La herida en la mano de Jhonier
Uno de los factores que llamaron poderosamente la atención de los empleados de la peluquería y personas cercanas a Mauricio, fue una misteriosa herida con la que apareció Jhonier en su mano derecha.
Las preguntas son ¿Qué le pasó? ¿Cómo se hizo la herida? ¿Cuándo ocurrió? De hecho, para las autoridades una línea de investigación es qué pudo haber pasado momentos antes del hecho. Y se recuerdan los hematomas y rasguños en el cuerpo del estilista como si se hubiera tratado de defender, incluso en los nudillos hay heridas que podrían dar pistas.
SEMANA se comunicó con Jhonier Leal para preguntarle por la herida que ahora llama la atención en la investigación y dijo: “No señor, en ningún momento, nunca, yo no tengo una sola cortada en mi cuerpo, no tengo heridas, cómo se le ocurre. No he sido golpeado ni me he golpeado. Ellos (la Fiscalía) lo único que me preguntaron fue que si yo me había caído, que si tenía algún golpe en el cuerpo, pero nunca me preguntaron por heridas con arma blanca”.
Al preguntarle si era posible que se hubiera cortado la mano en la peluquería, respondió que “son cortadas muy superficiales que me he hecho con la tijera en los dedos, o en la mano, pero heridas con arma blanca no”.
El chat
Tratando de reconstruir lo ocurrido en este homicidio, SEMANA tuvo acceso en exclusiva la conversación, vía WhatsApp, que sostuvo Mauricio Leal con Jair, su conductor, en la mañana del lunes 22 de noviembre, el mismo día en que se encontraron los cuerpos sin vida en la casa ubicada en un condominio, en la vía La Calera. Es una pieza clave en el marco de la investigación, pero además deja muchas dudas en el aire.
Mauricio (6:19): “Jair, no traigas a la muchacha hoy, ve a la pelu, please, voy a dormir”
.Jair (6:38): “Listo, jefe”.
Mauricio (6:38): (responde con dos emoticones de manitos en oración).
Jair (6:39): “Yo ya estoy en la peluquería, le digo a la muchacha que se devuelva”.
Mauricio (6:39): “Sí, por fa, jijiji”.
Jair (6:39): “Listo, descanse”.
Sobre el contenido de esta conversación de chat, los investigadores han preguntado a las personas que conocen a Mauricio, a su círculo más cercano, y dicen que esos no son los términos ni la ortografía ni la forma de escribir del estilista. Por ejemplo, les llama la atención que le escriba al conductor por su nombre, cuando siempre le decía baby. El “please” es un término que nunca usaba ni los emoticones de oración. Aseguran que, por el contrario, él utilizaba caras felices y con corazones. Así era él, señalan.
La versión del conductor es otra de las pruebas clave en la investigación por esta tragedia, que tiene todos los reflectores encima, es la declaración que entregó a las autoridades Jair, el conductor de Mauricio. Con Jhonier fueron los primeros en llegar a la casa y encontrarse con los cuerpos sin vida, por eso la importancia de la declaración.
Lo que dijo el conductor a la Fiscalía
SEMANA conoció lo que Jair les contó a las autoridades. Según su relato, el día anterior (domingo) estuvo en su casa, también situada en la vía a La Calera, en compañía de su familia, incluso estuvo su hija y un sobrino de Mauricio, que, según dijo, pueden ratificar su versión. Además, explicó que hay cámaras del circuito cerrado de seguridad del conjunto y que las podrían revisar.
Explicó que el lunes, como todos los días, llegó hacia las seis de la mañana a la peluquería, ubicada en la calle 82. Durante las primeras horas de la mañana estuvo trabajando en armar un árbol de Navidad con un decorador y algunos empleados de la peluquería.
Hacia las diez de la mañana se empezó a notar la angustia porque llegaron tres clientas especiales que tenían cita con Mauricio. Según contó en su declaración, se trataba de Miss Universo Alemania, Miss Universo Colombia y la representante del concurso en el país. Iban a firmar un millonario contrato y las tres se iban a poner extensiones de pelo.
En su relato, dijo que ante la angustia por la ausencia de Mauricio, las personas más cercanas le timbraban y le timbraban al teléfono, pero no contestaba. Uno de ellos, sobre las 9:40, dice que estaba rechazando las llamadas.
El relato de Jair continuó y señaló que tanto fue el desespero que le pidieron al conductor y a la administradora que se comunicaran con Jhonier para ver si él sabía algo.
El conductor era una persona muy allegada desde varios años atrás a Mauricio y a su hermano. Cuenta que empezó a cruzarse mensajes de voz con Jhonier para preguntarle si sabía “del jefe y de la mamá”, que los estaban esperando. La respuesta, señala, fue que no tenía ni idea, incluso le pidió el favor de que fuera a llevar unos huevos y a recoger una base de un árbol de Navidad.
Según su versión, Jhonier le dijo que estaban durmiendo y que él sabía cómo eran ellos, que no les gustaba que los molestaran.
Seguían pasando los minutos y no se sabía nada de Mauricio ni de su mamá. Finalmente, Jhonier le pidió al conductor que fuera hasta la casa para ver qué había pasado, pero Jair se movilizaba en una motocicleta y le dijo que estaba lloviendo muy fuerte, y que era mejor que lo recogiera. Así fue, Jhonier terminó recogiéndolo en un lugar cerca de la peluquería y se fueron para La Calera.
Pasadas las dos de la tarde, señala el relato, entraron al conjunto. Jhonier no se bajó del carro y le pidió al conductor que entrara a la casa y mirara a ver qué fue lo que pasó. En ese momento le entregó las llaves de la casa.
El hermano de Mauricio se quedó en el carro, un automóvil corriente, de color gris, con vidrios un poco oscuros. Jair, el conductor, abrió la puerta principal con las llaves, le pareció curioso que en la vivienda siempre permanecía prendido un televisor, pero no se escuchaba nada, el silencio era absoluto. Le pareció tan extraño que se devolvió hasta donde Jhonier y le dijo que todo estaba muy raro, que todo estaba apagado. Según su relato, Jhonier se bajó del carro y entraron juntos a la casa.
En ese momento se dieron cuenta de que las puertas de las habitaciones estaban con seguro. Decidieron entonces dar la vuelta al cuarto de Mauricio con la disposición de romper, si era necesario, una ventana de vidrio que hace las veces de una puerta corrediza. Recordó a las autoridades que Mauricio siempre la dejaba con candado, sin embargo, cuando la fue a tocar se dio cuenta de que estaba abierta. Entró y se encontró con la lamentable escena.
“Los mataron, los mataron”, empezó a gritarle a Jhonier. Dice que el hermano de Mauricio entró a la habitación, se puso las manos en la cabeza y exclamó “Mauro, qué hiciste”.
El conductor, según contó a las autoridades, dijo que había que llamar de inmediato a la Policía, mientras que Jhonier se limitaba a decir “no toque nada”. Jair dice que se acercó a hablarles para ver si estaban vivos, mientras que Jhonier le decía de nuevo “no toque nada”. Salieron de la habitación, llamaron a la Policía y se quedaron en las escaleras esperando a que llegara la patrulla.
El otro hermano de Mauricio está preso
Aunque se sabía que eran tres hermanos, hasta el momento solo se tenía noticia de Jhonier y Mauricio, pero SEMANA conoció que el tercero es Carlos Andrés García, el menor, y de quien hay un dato particular. Se encuentra recluido en la cárcel de Jamundí pagando una condena de 15 años por el delito de actos sexuales con menor de 14. Se encuentra capturado desde 2016.
Aunque forma parte de la intimidad familiar y no se había hecho referencia al respecto, para las autoridades sí se ha convertido en un asunto importante, pues la condición punitiva de Carlos Andrés García y la extraña muerte resultan un factor a analizar.
Quienes los conocen, dicen que aunque era un tema que se mantenía bajo estricta reserva, Mauricio y Marleny, su mamá, nunca le quitaron su apoyo y, por el contrario, siempre hubo una mano extendida para respaldarlo incluso económicamente mientras cumple su condena en la cárcel. Al final de cuentas, Carlos Andrés García siempre ha defendido su inocencia y ha pedido justicia en su caso.
Quienes los conocen, dicen que aunque era un tema que se mantenía bajo estricta reserva, Mauricio y Marleny, su mamá, nunca le quitaron su apoyo y, por el contrario, siempre hubo una mano extendida para respaldarlo incluso económicamente mientras cumple su condena en la cárcel. Al final de cuentas, Carlos Andrés García siempre ha defendido su inocencia y ha pedido justicia en su caso.
En lo que han coincidido las personas del círculo más cercano es que, pese a que García está detenido, sus llamadas eran constantes a la peluquería para hablar con Mauricio. Más allá del saludo, la petición más frecuente era dinero para sostenerse. De ahí que varias de sus preguntas fueran justamente sobre las finanzas de la peluquería, las cuales no se las hacía solo a Mauricio, sino también a algunos de sus colaboradores.
Las deudas y el millonario préstamo
Se habla de que al parecer un familiar le habría pedido prestado a Mauricio 300 millones de pesos, de los cuales habría accedido únicamente a darle 100 millones. Además, se comenta sobre la posible pérdida de un cheque por otros 100 millones de pesos.
Hay otro tema que les resulta obligado por estos días, y es qué va a pasar con la peluquería y los bienes de ellos. Las circunstancias que rodean este hecho han generado desconfianzas y dudas entre los miembros de la familia, a tal punto que, según le contaron a SEMANA, tras la muerte de Maíto, como le decían cariñosamente, se han creado dos grupos de chat familiares. De uno de ellos está excluido Jhonier Leal, y esto ha llamado la atención.