Para Qué Pasa en Venezuela
Martha Escalona-Zerpa, desde Berlín
La sala en la que se realizaría la conferencia de prensa con Steven Spielberg estaba abarrotada de fotógrafos, equipos de televisión y periodistas. Todos estaban con sus celulares al acecho, en posición de cámara fotográfica y yo entre ellos.
Se estimaba su llegada a las 5:00 de la tarde de este 21 de febrero de 2023. Antes, una sesión de fotos, y en pocos minutos tendríamos enfrente nada menos y nada más que al director y productor de cine estadounidense Steven Spielberg, quien ha dado forma y huella al cine de los últimos 50 años como ningún otro, dentro y fuera de Hollywood.
Los directores de la Berlinale lo seleccionaron para hacerle entrega del Oso Honorífico del festival por su destacada y vasta obra cinematográfica. Se realizará el acto oficial en la Berlinale Palast y después se presentará su última película declaradamente autobiográfica «The Fabelmanns», la historia de su infancia en el seno de su familia judía en la década de 1950, que lleva ya 7 nominaciones al Oscar.
Steven Spielberg recibe este premio, aun cuando rara vez fue un invitado al festival de Berlín. La primera vez en 1988 con «Das Reich der Sonne» y 11 años después con el documental de Dominik Moll «The Last Days», como coproductor.
De modo que Spielberg nunca utilizó la Berlinale como plataforma publicitaria, porque siempre buscó el camino directo al público. Desde su éxito de taquilla con «Tiburón» en 1975, todas sus películas han sido diseñadas para atraer a las masas. Una excepción podría ser su película sobre el holocausto durante la segunda guerra mundial «La Lista de Schindler» en 1993. En el mismo año se estrenó su gran éxito de taquilla «Parque Jurásico».
Entre sus mejores películas se incluyen «E.T.» (1982), «Salvar al soldado Ryan» (1998), «Munich» (2005), «Lincoln» (2012), y también claramente sus superproducciones de aventuras con un elenco de estrellas y un presupuesto enorme como la serie «Indiana Jones» con Harrison Ford y las dos primeras películas de «Jurassic Park» (1993 y 1997) todas virtuosas y de gran perfección técnica.Esa tensión entre el cine comercial y el cine político o moral ha caracterizado, sin duda, toda su carrera fílmica. Ningún director ha ganado más premios Oscar, Globos de Oro y otros premios que él. Al mismo tiempo, nadie más ha dejado una huella tan decisiva en la política de la memoria como lo hizo Spielberg con la creación de su «Fundación Shoah», destinada a recordar a los millones de víctimas del Holocausto Nazi.
Y esta vez, viéndole en la conferencia de prensa fue una gran emoción para todos los presentes. Spielberg se mostró afable, simpático y abierto a responder las preguntas de algunos de los periodistas que tuvieron la suerte de ser elegidos. Su sencillez, su agradecimiento al festival y su cortesía dejaron una grata impresión. Ante la pregunta de cómo se sentía en ese preciso momento, Spielberg respondió: «Algo debo haber hecho bien en la vida si estoy aquí, ante ustedes, recibiendo el premio al conjunto de mi carrera de uno de los mejores festivales de cine del mundo»
Preguntaron y al nombrar los títulos más destacados de su filmografía, nombró primeramente
a «Tiburón», como la película «físicamente más ambiciosa» y «La lista de Schindler», como la película «emocionalmente» más exigente, añadió.
En cuanto a «The Fabelmans» dice que se ha convertido en una especie de «experiencia emocional», debido a sus elementos autobiográficos y dedicada a su madre, ya fallecida hace seis años. Esta película la concibió bajo las restricciones impuestas por la pandemia y «bajo el impacto del miedo a la Covid19», explicó. Finalmente, «la consciencia de la mortalidad que tuvimos todos durante la pandemia, esa sensación de gran fragilidad, me provocó la valentía necesaria».
Spielberg comentó que durante la pandemia pasó mucho tiempo en su casa con su esposa y sus hijos. Ahí se cuestionó sobre si había algún tipo de película «que no hubiera hecho aún» y para el cual «probablemente no tenga ya tiempo de hacer en otro momento».
Empezó así a trabajar en un guión basado en la historia de sus padres y sus hermanas, una familia judía, en los Estados Unidos de los años 50 y 60. Circunstancias como ésta -«o como el hecho de estar recibiendo un premio al conjunto de una carrera», dijo- hacen que se «reflexione» sobre la propia existencia y se vuelva la mirada hacia cuestiones personales y familiares.
Ante la entrega del Oso de honor dijo: «Es un premio maravilloso, de verdad. Y quiera o no, me lleva a recordar mi pasado, porque eso es a lo que obligan los galardones honoríficos», resaltó con humor y cierta melancolía al agradecer el reconocimiento.