El pasado sábado 13 de noviembre se desarrolló en la ciudad de Caracas un concierto organizado por el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (El Sistema), con más de 12.000 músicos en escena para optar por el Récord Guinness como la orquesta más grande del mundo. El concierto inició pasadas las 5:00 pm y el repertorio se ejecutó tal como estaba previsto. Sin embargo, existen reclamos por parte de algunos representantes de los músicos con relación a la organización del evento. Así lo reseñó El Pitazo.
Las madres de niños pertenecientes a un núcleo ubicado en los Valles del Tuy, estado Miranda, contaron que el día jueves los músicos fueron traídos a Caracas para realizarles pruebas PCR con el fin de descartar contagios de COVID-19 y permanecieron en la ciudad capital hasta el día sábado. Desde entonces, solo les dieron de comer pan, según indicaron a El Pitazo. Asimismo, señalaron que los niños permanecieron durante muchas horas bajo el sol sin ningún tipo de resguardo, pues el concierto se realizó en el patio de la Academia Militar de Venezuela, en Fuerte Tiuna.
“Solo les dieron de comer sándwiches. Fueron expuestos demasiadas horas al sol y había niños muy pequeños para este tipo de jornadas tan largas”, denunció a El Pitazo la madre de uno de los músicos quien prefirió no revelar su identidad. Afirmó que tanto su hijo de 14 años como el resto de los niños estuvieron “pasando trabajo con jornadas maratónicas porque los tenían desde las 7:00 am en el sitio hasta las 9:00 pm, llevando sol y hambre”.
Con respecto a la información previa que recibieron acerca de la logística, detalló que todo fue sobre la marcha e incluso hubo anuncios de última hora, como la decisión de hospedarse en Caracas para disminuir los gastos de transporte.
Otra de las madres de un niño de 13 años informó que los miembros del núcleo al que pertenece su hijo se hospedaron en un hotel en la avenida Baralt de Caracas. Dijo que los organizadores solo les dijeron que los niños tendrían desayuno, almuerzo, cena y merienda pero no recibieron detalles de la comida. “Los tres días les dieron puro pan con su respectivo relleno”, aseguró. Su hijo tiene siete años en El Sistema y pese a todas estas denuncias esta representante considera que las condiciones en esta oportunidad no estuvieron tan malas pues, a su juicio, el evento estuvo mejor organizado que en otras ocasiones.
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