Australia detectó una sofisticada embarcación militar de China espiando la zona cercana a sus costas, vigilando la infraestructura del país, otra señal que tensa las ya enfriadas relaciones entre ambos países.
Por Infobae
Según reportó este jueves el Herald Sun, la nave espía recorrió la zona durante tres semanas, “pasando por algunas de las instalaciones militares más importantes” de la Defensa australiana.
China ya había desplegado buques militares de vigilancia en la zona, pero habitualmente lo hace para seguir de cerca los ejercicios Talisman Sabre, maniobras militares de Australia y Estados Unidos, como pasó a mediados de este año, en 2019 y en 2017.
En mayo de 2019, la Armada australiana había sido seguida de cerca por el ejército chino durante un tránsito reciente del Mar de China Meridional, cerca de islas disputadas reclamadas por Beijing.
La Fuerza de Defensa confirmó más tarde que los pilotos de la Armada australiana habían sido blanco de ataques con láser en las aguas en disputa, y los buques de la milicia marítima china se creían responsables.
Otros buques espías chinos fueron vistos cerca de las costas australianas en 2020 y 2021.
A principio de 2020, los funcionarios siguieron de cerca los movimientos de un barco oceanográfico mientras realizaba estudios en aguas profundas en el Océano Índico cerca de la Isla de Navidad y el continente australiano.
Según el Colegio de Guerra Naval de EE. UU., el Xiang Yang Hong 01 fue encargado en 2016 para, entre otras cosas, “una observación exhaustiva en el campo de la oceanografía militar”.
En 2018, se descubrió que el Xiang Yang Hong 01 operaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva de Palau, lo que llevó a la pequeña nación del Pacífico occidental a exigir a China que retire el buque de investigación.
En 2019, otros dos barcos chinos de alta tecnología estuvieron mapeando aguas cercanas a Papúa Nueva Guinea, donde Estados Unidos y Australia acababan de comenzar a mejorar una base naval en la isla Manus.
Los estudios científicos chinos en aguas profundas son parte de la investigación oceanográfica sin precedentes de Beijing sobre el Pacífico Occidental, en un área que los expertos creen que podría ser crucial en cualquier conflicto marítimo futuro con Estados Unidos.
En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China insistió en que sus actividades de cartografía oceanográfica en rápida expansión se llevaban a cabo dentro del derecho internacional y ayudaban a la comprensión científica mundial.
Bajo el derecho internacional, es legal que los buques entren en la zona económica exclusiva de un país, siempre que no se acerquen a menos de 12 millas náuticas, en lineamiento con las normas de libertad de navegación. Sin embargo, las maniobras de espionaje adquieren otro matiz en medio de los sobresaltos diplomáticos entre Beijing y Camberra.
Australia mantiene tensas relaciones con China por motivos geopolíticos y comerciales, que se agravaron aun más el pasado septiembre con el anuncio de un pacto de defensa con Estados Unidos y Reino Unido para hacer frente al régimen de Xi Jinping en la región del Indopacífico.
Asimismo Beijing ha adoptado medidas comerciales contra productos claves australianos, mientras que Camberra ha aprobado leyes en los últimos años para prevenir el supuesto espionaje e injerencia del gigante asiático.
Australia también ha protestado por la detención en China de un escritor chino-australiano y ha expresado sus reservas respecto a la expansión de la empresa tecnológica china Huawei a su participación en el desarrollo de redes de tecnología 5G.
En este contexto, este jueves trascendió que Camberra considera un boicot “no oficial” a los Juegos Olímpicos de invierno en Beijing del próximo año, que supone que no enviará a ningún funcionario a este evento, en medio de las preocupaciones por la situación de la tenista china Peng Shuai.
(Con información de EFE)