La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) anunció este jueves que coordinará con organismos internacionales y entidades que defienden las libertades de expresión acciones para poner fin a la censura y a la represión del régimen cubano contra la oposición.
Por Infobae
Después de una semana de reuniones remotas con periodistas, intelectuales, artistas, youtubers, sacerdotes católicos y abogados que defienden a procesados por el régimen castrista, la SIP remarcó que las restricciones están aumentando en la isla.
El organismo, con sede en Miami, denunció que tras las protestas del 11 de julio se acentuó la represión contra el periodismo independiente a través de citaciones y detenciones arbitrarias, y también aumentaron las limitaciones a la libertad de expresión a través de la criminalización de la opinión de los usuarios en las redes sociales.
La entidad remarcó la necesidad de que la prensa internacional continúe informando sobre lo que ocurre en la isla caribeña, ya que solo de ese modo se podrá crear un blindaje efectivo para el periodismo independiente.
La misión virtual de la SIP concluyó su trabajo con un documento en el que destaca que “el periodismo independiente de Cuba atraviesa su período más crítico en décadas”, pero “al mismo tiempo vive su momento de mayor conexión con el pueblo y la responsabilidad histórica de reflejar un proceso de participación ciudadana inédito desde el comienzo de la dictadura socialista”.
La ronda de conversaciones comenzó el pasado lunes, un mes después de que finalizaran las masivas e inéditas protestas que reclamaron libertad en la isla.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, destacó que esta fue una de las pocas misiones que pudo concretar la SIP a Cuba desde la llegada del comunismo al poder.
Agregó que “es imperioso que la comunidad internacional exija el respeto de derechos humanos fundamentales en la isla”.
Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, explicó que “el objetivo fue conocer directamente de los protagonistas la realidad que se vive hoy en Cuba”.
El documento final advierte que se desconoce el paradero de muchos detenidos en las protestas “ya que las autoridades no brindan información a los familiares y tampoco les permiten acercar alimentos ni visitar los centros de detención”.