La variante Ómicron ya circula por España. Era cuestión de tiempo que se detectaran casos autóctonos y el primero se ha identificado en la Comunidad de Madrid. El Ministerio de Sanidad ha decretado cuarentenas para los infectados con esta nueva versión del coronavirus, se tenga o no la pauta completa de la vacuna. El objetivo es evitar una mayor transmisión de la infección, aunque aún no se tiene la certeza de ser más infecciosa, virulenta o capaz de escaparse a la protección de las vacunas. Así se identifica:
Por abc.es
Primero, los síntomas
Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica y la primera en alertar de la nueva variante de coronavirus, asegura que hasta ahora los pacientes contagiados han presentado síntomas muy leves.
«Lo que estamos viendo ahora en Sudáfrica, y recuerden que estoy en el epicentro, es extremadamente leve», aseguró en el programa de Andrew Marr en la BBC en conexión desde Pretoria. El primer paciente con la variante Ómicron que atendió la doctora Coetzee el pasado 18 de noviembre era una persona de 30 años que tenía «un poco de dolor de cabeza, no tenía realmente dolor de garganta, lo describió más bien como una picazón, sin tos ni pérdida de gusto u olfato». En los casos aislados en Europa también se ha visto una sintomatología leve y personas asintomáticas que estaban infectadas. Pero con tan pocos casos tampoco es indicativo de nada. «El mayor factor de riesgo para el coronavirus es la edad y en África la pirámide poblacional está invertida respecto a Europa. Quizá en una población más envejecida la situación cambie. Aún nos hace falta tiempo y un análisis más riguroso de casos para saber si causa síntomas más o menos graves, su efecto en personas con y sin vacuna y en diferentes edades», advierte Iñaki Comas, coordinador de la plataforma Salud Global del CSIC.
Diagnóstico: ¿Basta un test de antígenos?
No, no es suficiente. El test de antígenos nos dice con más o menos fiabilidad si estamos infectados. Esta prueba es más fiable cuando se es positivo pero se suelen escapar algunos negativos que en realidad son positivos. Y en ningún caso nos dice si nuestro positivo es por Alfa, Gamma, Beta o por cualquiera de las variantes que han surgido hasta la fecha.
¿Y con una PCR?
La PCR es una prueba más solvente que los antígenos, aunque como éstos solo nos dicen si somos positivos o negativos. Para saber si el origen es Ómicron o cualquiera de las variantes conocidas se necesita un estudio de la secuencia genómica. Este análisis requiere más recursos y tiempo, por eso se suele reservar para las personas procedentes de países afectados que dan positivo. Es la misma muestra de PCR que se obtiene con el bastoncillo la que se utiliza para secuenciar. Al afectado no se le hace ninguna prueba distinta. La red de vigilancia española también secuencia de forma aleatoria algunas de las muestras obtenidas de pacientes convencionales. Y se vigila y analizan también las aguas residuales para rastrear su presencia.
Cómo saberlo en cinco horas
El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha sido el primero en identificar el primer contagio autóctono y no ha sido casual. Allí, el servicio de Microbiología ha puesto en marcha una estrategia rápida de identificación para casos sospechosos. En este centro madrileño se busca ya la nueva variante en todas las pruebas de PCR que dan positivas, con independencia de su origen y de si pertenece a un viajero que haya estado en Sudáfrica o no. Como sería muy costoso secuenciar el genoma completo del virus, se ha establecido un proceso que permite analizar solo las que más probabilidades tienen de dar positivo y descartar el resto. «Buscamos las que ‘huelen’ a Ómicron», ilustra Darío García de Viedma, responsable de la Unidad Genómica Microbiana del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Para ello han establecido una estrategia de tres etapas en las que van haciendo análisis más sencillos en busca de pistas que hacen sospechar que es la nueva variante para ir descartando al resto.
La maquuinaria está perfectamente engrasada y el equipo entrenado. Todo comienza con una prueba PCR. En las muestras que dan positivas se busca si se detecta un fallo de amplificación en el gen S. Esta es la primera señal indicativa de Ómicron. «Hay otras variantes que tienen esta particularidad, pero es suficiente para darnos la alerta. Sobre esas muestras sospechosas se buscan otras cuatro mutaciones indicativas. Si la alerta sigue encendida, entonces es cuando decidimos secuenciar el genoma completo del virus». En el Gregorio Marañón se utiliza una tecnología de nanoporos que ofrece resultados más rápidos. «Hemos logrado que todo el proceso se complete en cinco horas desde que se toma la muestra de PCR», un tiempo ultrarápido asegura García de Viedma.