Rusia puso hoy condiciones a la coexistencia pacífica con EEUU y la OTAN. Desde la renuncia a toda actividad militar en Ucrania y a la futura ampliación del bloque, al compromiso de no desplegar armamento nuclear en el extranjero o emplazar tropas en el continente europeo.
“Cuando nuestras relaciones, por culpa de Washington, se acercan a un punto crítico es necesario de la manera más urgente dar pasos concretos para reducir el grado de confrontación”, dijo el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, en rueda de prensa.
Moscú divulgó hoy los borradores del tratado y el acuerdo que propone a EEUU y la OTAN, respectivamente, para abrir una nueva era de seguridad que ponga fin a la inestabilidad que trajo, según el Kremlin, el fin de la Guerra Fría y la hegemonía en solitario de Washington sobre el globo.
Ucrania y la concentración de tropas rusas en su frontera son el detonante tanto de la actual tensión como del pacto de máximos que propone ahora el Kremlin, para quien el ingreso del país vecino en la Alianza Atlántica es una línea roja innegociable.
Sin embargo, las garantías de seguridad van más allá del patio trasero de Rusia.
TRATADO NUCLEAR CON EEUU
Con respecto a EEUU, Moscú propone la firma de un nuevo tratado que excluya el emplazamiento de armamento nuclear fuera de las fronteras de ambos países y el retorno a sus silos de las armas ya desplegadas antes de la entrada en vigor del documento vinculante que propone.
En una propuesta sin precedentes, ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países.
“En una guerra nuclear no puede haber vencedores”, señala.
El borrador del tratado alude a varios acuerdos suscritos entre 1971 y 1989 por la Unión Soviética y EEUU, aunque Moscú niega que su iniciativa suponga “una revisión de los resultados del fin de la Guerra Fría”.
“No hay ni puede haber un retorno al pasado. Yo diría que es una revisión de la expansión contra los intereses de Rusia que el Occidente colectivo (…) ha emprendido con fines hostiles para Rusia en los últimos años”, señaló.
EEUU, que recibió las propuestas este miércoles, no tardó en responder que tiene que consultar con sus aliados europeos antes de emitir un veredicto.
UNA OTAN SIN PAÍSES DE LA URSS
Rusia propone a su vez a la OTAN un acuerdo de nueve puntos en el que destacan las demandas de que el bloque desista de “toda actividad militar” en territorio de Ucrania y de varios países de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central.
Con el fin de prevenir incidentes, rusos y aliados acordarían no efectuar maniobras a un nivel mayor que el de una brigada en zonas restringidas consensuadas de antemano.
Además, mientras el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aprovecha cada ocasión para pedir una hoja de ruta para el ingreso a la Alianza Atlántica, Moscú exige a la OTAN que excluya una futura ampliación del bloque, incluido a Ucrania, que ve en el bloque un mecanismo de seguridad ante Rusia tras la anexión de la península de Crimea en 2014 y el apoyo a los prorrusos en el Donbás.
El tratado con Washington también le obligaría a descartar una futura expansión de la OTAN hacia el este renunciando a aceptar en el seno de la Alianza a todas las antiguas repúblicas soviéticas.
“Como bien saben tanto EEUU como la OTAN el hipotético ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica con la perspectiva de la aparición en nuestras fronteras de sistemas de misiles con un corto tiempo de vuelo hacia la Rusia central crea una amenaza inadmisible para la seguridad de nuestro país y provoca al mismo tiempo graves riesgos para todos los países implicados”, advirtió Riabkov.
Putin, quien insiste en que Rusia no está interesada en una guerra y culpa a Kiev de las tensiones fronterizas, ya expuso sus condiciones para una coexistencia pacífica al presidente de EEUU, Joe Biden, en la cumbre virtual del pasado 7 de diciembre.
PACTO DE NO AGRESIÓN
En ambos documentos Rusia también plantea a los aliados una especie de pacto de no agresión con medidas de confianza.
En caso de acuerdo, Rusia y la OTAN se comprometerían a no emplazar más tropas o armamento en países del continente europeo de las que habían desplegado antes de firmar en mayo de 1997 el acta que regula sus relaciones tras la caída de la URSS.
“Los firmantes confirman que no se ven el uno al otro como enemigos”, señala el texto.
Ningún país aliado, incluido EEUU, podrá desplegar misiles de corto y medio alcance en zonas desde las que pueden alcanzar objetivos en territorio ruso.
Mientras, Rusia y EEUU deberían abstenerse de desplegar tropas y armamento en zonas que el otro país considere una amenaza para su seguridad nacional. Eso incluiría los vuelos de bombarderos estratégicos equipados con ojivas nucleares o armas convencionales y buques de superficie.
Washington tampoco podrá establecer bases militares en territorio de las antiguas repúblicas soviéticas y de aquellos países que no sean miembros del bloque euroatlántico, utilizar sus infraestructuras o desarrollar una cooperación militar con dichos Estados. EFE