El régimen de Maduro celebra la “Soberana y exitosa negociación para la adquisición del 100 % de Petrocedeño”. Una farsa que bien explica el experto petrolero Ramón Peña
OTRA FARSA PETROLERA
El festivo comunicado oficial ostenta la misma credibilidad del emitido hace algunas semanas por el ministro de Petróleo, Tarek el-Aissami, cuando aseguró que a final de junio se acabarían las colas por la gasolina. Y lo que han hecho es aumentar ante la creciente escasez.
En el comunicado de marras el régimen de Maduro celebra la “Soberana y exitosa negociación para la adquisición del 100 % de Petrocedeño”, empresa mixta que operaba la mayor porción de la Faja del Orinoco. Originalmente fue una Alianza Estratégica firmada en 1996 entre PDVSA y las multinacionales Total y Statoil (hoy Equinor), con una inversión de US$ 4.200 millones, para procesar 200.000 barriles diarios de crudo extrapesado de alto contenido de azufre y convertirlo en crudo sintético de alta calidad. Hoy produce solo 14.000 barriles diarios.
Lo relata el conocedor del mundo petrolero Ramón Peña: “¿Cómo presumir de ‘exitosa’ la salida de transnacionales, con sólido músculo financiero, de un país que no tiene recursos ni para llevar las refinerías al menos a 10 % de su capacidad para semiabastecer el mercado interno de combustibles? Estas dos empresas, como otras, sufrieron la transformación de Asociaciones Estratégicas en Empresas Mixtas, por un abusivo Decreto Ley del expropiador lenguaraz en 2006, que transfirió todas las actividades de las asociaciones al control estatal y confiscó de facto sus derechos, incluidos los de propiedad, con resultados catastróficos, para los socios y el país. Ocasionó incrementos inusitados de costos de producción, que aunados a la inseguridad jurídica y operacional alimentaron su decisión de abandonar el país. En el caso de Total, tras una pérdida de, óiganse bien, US$1.380 millones. Este divorcio fue precipitado por la decisión unilateral de PDVSA de utilizar las plantas mejoradoras de Petrocedeño para producir componentes de gasolina ante el desastre operativo de las refinerías”.
Celebrar la salida de multinacionales, hoy constreñidas por el objetivo mundial de reducir emisiones netas a cero a mediados de siglo y simultáneamente esperar nuevos inversionistas en el crudo extrapesado de la Faja, oscila entre la ignorancia y el sarcasmo.
DURA ENCUESTA
La que fue hecha entre el personal de salud en Venezuela, incluyendo médicos, enfermeras, trabajadores de la salud y técnicos y personal de soporte en clínicas y hospitales.
Sus resultados:
a) La preocupación por la posibilidad de contagiar a sus seres queridos aumentó del 83 % al 90 %.
b) La preocupación ante la posibilidad de contagiarse ellos mismos cambia del 65 % al 71 %.
c) El 63 % considera no contar con equipamiento adecuado y esto se mantiene en el tiempo, aunque en el último período desciende levemente al 60 %.
d) La percepción de que el clima laboral empeoró aumenta significativamente del 68 % al 79 %.
e) La percepción de que el cansancio interfiere en su trabajo aumentó del 67 % en el primer período al 79 % en el tercero.
f) En cuanto a contar con un equipo de contención y apoyo psicológico, solo el 32% de ellos dicen tenerlo.
g) El 78 % cree que contar con un grupo de contención y apoyo psicológico lo ayudaría con sus problemas y temores, que probablemente no encuentra en los grupos de contención psicológica que se le ofrecen.
h) Los indicadores de depresión, ansiedad e intolerancia a la incertidumbre han aumentado a lo largo de todos los períodos, al tiempo que la ayuda psicológica efectiva permanece en niveles muy bajos.
i) En términos de porcentaje, los indicadores de depresión, como la irritabilidad pasa del 34 al 54 % y los trastornos en el sueño pasan del 43 al 67 %. En cuanto a indicadores de ansiedad, pasan del 53 al 73 %.
j) Finalmente, las mujeres obtuvieron, en general, valores significativamente mayores que los varones en todos los indicadores de depresión, ansiedad e intolerancia a la incertidumbre.
Existe un detalle que influye en los contagios y es el elevado factor de riesgo que asumen, principalmente el personal de enfermería que ante el bajo salario que percibe presta sus servicios a domicilio en barrios y urbanizaciones, trabajando horas adicionales para percibir ingresos extras. Esos desplazamientos son por lo general en zonas donde las condiciones de salubridad y protección de los habitantes no son las mejores y por ende los contagios son más factibles.
EL PADRE UGALDE
“Mandar a callar a los curas es política de Estado en dictadura”. Así lo señalaba en una entrevista al medio español aleteia.org quien por años fuera rector de la UCAB y un aliado incondicional de las fuerzas democráticas venezolanas. No son pocas las veces que en estos 22 años de retroceso democrático, económico, personal, cultural y sanitario, por solo citar unos sectores, que el jesuita Ugalde nos ha abierto los ojos y oídos para ver y escuchar sus oportunas admoniciones.
Cuando le preguntan “¿Cómo es eso de que los curas no deben meterse en política?”, Ugalde responde que el problema es el sesgo: “Cuando Monseñor Arias Blanco pronunció una homilía que empujó la caída del dictador Pérez Jiménez (1958), era una maravilla. Pero si haces lo mismo con ellos, la reacción es distinta. Es cinismo puro. ¿En América Latina es frecuente ver gobiernos autoritarios mandando a callar a los curas?… Ahora y antes también. La diferencia es: si la derecha está en el gobierno, molestamos y somos comunistas; y si es la izquierda la que manda, entonces los curas obedecen al ‘imperio’ y son reaccionarios”.
¿Estorba Dios o la sotana?: Estorba el mensaje. Si estás en el gobierno tienes que desautorizar a cualquiera que te cuestione. Pasa contra todos en la sociedad. Si opinas y al gobierno no le gusta, te descalifican. Si es cura, pues hay que desautorizarlo porque no tenemos derecho de palabra aquí. Eso nadie se lo cree pero lo utilizan. ¡Ojo!, la gente está feliz de que la Iglesia hable en Venezuela.
– No hay quien lo dude y el primero que lo sabe es el régimen. Pero precisemos, ¿deben o no los curas opinar en temas políticos? La distinción es clara. Hablemos para el hombre de la calle que entiende las cosas claras. “Tuve hambre y me dieron de comer, estuve preso y me visitaste” y usted, por ser cura, si es un sistema que produce hambre se tiene que callar simplemente porque es cura. Eso no es aceptable. Si usted, cura, se calló, usted es cómplice de una inhumanidad que es incompatible con el Evangelio. Punto. La referencia es el Evangelio. Sobre todo, aquello que atenta contra la persona humana, no solamente los curas pueden hablar, sino que deben hablar. Otra cosa distinta es la política partidista. Nosotros solo podemos ser partidarios de que la gente tenga comida, de que se respete su dignidad y de que disfrute de libertad. Si el régimen es dictatorial, eso molesta mucho, es obvio.
– Y si no lo es también pues todo gobierno, en algún momento, cede a la tentación de intentar poner freno a la Iglesia… “Lo que pasa es que el dictador puede frenar y los gobiernos democráticos no tanto”.
– Los curas molestan y no es el tipo de molestia que producen los periodistas. Es algo más profundo y hasta más temido… “Claro, porque es la desautorización moral. Si hablas en nombre de Dios –y así hablamos- y dices que Dios desaprueba las injusticias tienes que caer mal. Y todo régimen, aun el más ateo, quiere la bendición de Dios, el Dios que él inventa”.
LO QUE HAY POR DETRÁS
Los ataques más recientes del régimen venezolano al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, tienen su origen en que el cardenal -que por años fue nuncio apostólico en Venezuela- dejó al gobierno de Maduro plantado al cancelar su viaje a Caracas, 24 horas antes de lo que estaba previsto el pasado 3/4/21, para la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández
Como lo escribí en su momento en esta columna, el régimen le tenía una trampa montada para, de sorpresa, recibirlo oficialmente en el aeropuerto de Maiquetía y llevarlo directamente al Palacio de Miraflores donde tenían montado un tinglado para sacar la celebración de los altares y decirnos a los venezolanos que “el ascenso” del Beato Hernández había sido obra de Nicolás cuando, el 17 de junio de 2013, le llevó una estatuilla popular del beato al papa Francisco.
Se les cayó el montaje preparado del que sacaron algunos mensajes en las redes que anunciaban lo que fue truncado por la Iglesia: “LOGRO HISTÓRICO REVOLUCIONARIO”: “El papa Francisco cumplió su palabra ofrecida al presidente Maduro de honrar al Santo de Venezuela José Gregorio Hernández”. Ya sabemos cómo fue la sobria ceremonia y como el cardenal Porras supo manejar tan magno evento. Sin manipulaciones rojas rojitas…