Martha Escalona-Zerpa, para QPEV desde Berlín
Congreso de la Sociedad Alemana de Psiquiatría, Psicoterapia y Salud Mental (DGPPN) 2022
En el pasado congreso de la Sociedad Alemana de Psiquiatría, Psicoterapia y Salud Mental (en sus siglas en alemán: Dgppn) sobre tópicos de ésta área, el cual se realiza anualmente en noviembre en la ciudad de Berlín, los representantes de la Dgppn se pronunciaron ante la prensa y el público especializado al fijar su posición sobre los riesgos del consumo de cannabis para la salud mental, apelando a la no banalización de los mismos. Este comunicado se enmarca dentro de la pronta legalización de esta planta en Alemania en 2023.
Los riesgos van desde la adicción a las sustancias, el deterioro cognitivo y los trastornos del estado de ánimo hasta la psicosis y el aumento de las tendencias suicidas. La existencia de estos trastornos ha demostrado que el consumo intensivo de cannabis plantea graves riesgos para la salud.
En su documento de posición, la Dgppn muestra, en base al estado actual de la investigación, cuáles aspectos se deben observar desde un punto de vista psiquiátrico y neurológico a la hora de permitir el consumo de cannabis, aun siendo de forma controlada.
Una mirada a los países europeos vecinos o a los EE. UU. muestra que la legalización del cannabis puede aumentar el número de consumidores regulares y, como resultado, el número de personas que desarrollan trastornos relacionados con el cannabis y enfermedades relacionadas.
Los mayores riesgos para la salud existen sobre todo con el consumo intensivo y de larga duración y con el consumo desde la adolescencia. Alrededor del 10% de todos los consumidores de cannabis desarrollan una adicción a lo largo de su vida.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la Dgppn, una liberalización controlada debe ser objeto de un estrecho seguimiento médico y científico y estar acompañada de las siguientes medidas:
Prevención: Deben entrar en juego tanto las medidas preventivas conductuales específicas como las situacionales.
Protección de menores: Con el fin de reducir una influencia nociva en la maduración cerebral de los adolescentes y adultos jóvenes, el límite de edad para el acceso no debe ser inferior a 21 años.
Consejería y tratamiento: Se debe promover la expansión de ofertas de consejería y tratamiento de bajo umbral, culturalmente sensibles y a nivel nacional.
Investigación complementaria: los efectos y la evolución del mercado de la liberación controlada de cannabis requieren una investigación intensiva.
Financiación: Se debe garantizar que los ingresos por la venta de cannabis se destinen íntegramente a promover la prevención y protección de menores así como a la atención e investigación de adicciones.
Para el Dr. Thomas Pollmächer, presidente de la Dgppn, los riesgos para la salud deben, por tanto, ser contrarrestados con una normativa diferenciada y cuidadosa, basada en la prevención y la protección de menores de edad, quienes son la población más vulnerable y en riesgo.
Un grupo de trabajo de destacados expertos afiliados a la Dgppn ha recopilado el estado actual del conocimiento sobre el consumo de cannabis y la salud mental y ha emitido recomendaciones para su legalización.
Fuente: wwwdgppn.de