Una variedad de café desarrollada genéticamente en Venezuela está causando furor entre los conocedores por su sabor y su impresionante rendimiento, lo que hace que los productores locales tengan la esperanza de aumentar las exportaciones en medio de la larga crisis económica del país.
Monte Claro, una variedad de café arábiga, fue desarrollada por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en el estado Táchira durante 40 años de investigaciones, dijo el ingeniero agrónomo Bilal El Ayoubi a Reuters.
La producción de café venezolano se desplomó más del 60% en los últimos 20 años, según la confederación agrícola Fedeagro, a medida que la economía del país se derrumbaba.
La producción fue equivalente a sólo 383.000 sacos de 60 kilo en 2022, ínfima en comparación con los gigantes regionales Brasil y Colombia, que produjeron 11,08 millones y 37,43 millones de sacos de arábiga, respectivamente.
Pero durante una reciente exposición en Caracas, un grupo de catadores de países como Colombia, Nicaragua, Estados Unidos y Perú eligieron a Monte Claro, que ganó el primer lugar entre 186 muestras de café de varias procedencias con una puntuación de 90,11 sobre 100, lo que significa que la taza se considera sobresaliente y elegible para ser reconocida como café especial.
“La caficultura venezolana va a volver a posicionarse en el mercado internacional”, dijo El Ayoubi.
La patente para Monte Claro fue registrada ante la Comisión Nacional de Semilla en el 2013, destacó.
El Ayoubi, quien patentó el nombre tras ocupar el cargo de coordinador del Programa de Mejoramiento Genético de Café del INIA, dijo que la variedad tiene tolerancia a la roya, entre otras enfermedades que azotan a las plantaciones de café.
La dolarización de facto y la relajación de los controles de precios y distribución del café desde 2019 han ayudado a impulsar la producción, y las torrefactoras y cafés han florecido en todo el país, según asociaciones agrícolas. Ahora, además, los productores están exportando.
Víctor Montilla comenzó a cultivar Monte Claro en su finca en el montañoso estado de Trujillo, en el oeste venezolano, hace cuatro años y en 2020 empezó a exportar cinco o seis kilos a Colombia, Panamá y España.
Monte Claro se colocó a un precio mucho más alto, dijo Montilla, quien vendió unos 46 kilos del café durante la feria en Caracas por 600 dólares, en comparación con el promedio de 180 dólares de una variedad regular.
Los mayores compradores internacionales del café de Venezuela son Estados Unidos y Turquía, según la Cámara de Comercio Venezolana-Americana y datos de 2022 de la firma Import Genius, que registra información aduanera.
“En este momento hay un levante en la siembra con nuevas variedades”, dijo el pequeño agricultor Valerio Galeano, quien cultiva Monte Claro en Táchira con la ayuda de su hijo, quien vive en Estados Unidos y le envía dinero para ayudar a aumentar la producción. “Aunque nada comparado con la época del 70 que todos estos campos eran bosques de café”, agregó.
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