El Ejército de Liberación Nacional (ELN) y algunos elementos de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), son ahora grupos colombo-venezolanos, una situación que presenta “profundas consecuencias” para ambas naciones, expone una investigación de Insight Crime.
La investigación resultante de cinco años de trabajo de campo detalla que actualmente el ELN tiene presencia en 40 municipios y ocho estados de Venezuela y que alberga hasta el 40% del total de los efectivos del ELN, incluyendo a algunos de los líderes más importantes, entre ellos alias Antonio García y alias Pablito.
“Ahora hay una penetración social, política y económica y la guerrilla colombiana ha reproducido gran parte de la infraestructura que tiene en Colombia en Venezuela, incluyendo infraestructura del tráfico de droga, cultivo de coca, laboratorios de cocaína y pistas de aterrizaje”, dijo esta semana Jeremy Mc Dermott, co-director del centro de pensamiento que busca profundizar el debate sobre el crimen organizado y la seguridad ciudadana en las Américas.
La investigación refiere que el “colapso” de las disidencias de las FARC en Venezuela, han permitido que el ELN mantenga “hegemonía” a lo largo de la frontera y que su relación con el gobierno del presidente Nicolás Maduro se ha vuelto “simbiótica”.
“Insurgentes en Colombia, paramilitares en Venezuela. A cambio de que se permita desarrollar su presencia en estados fronterizos, el ELN actúa como tropas de choque políticas reprimiendo a la oposición en las zonas donde tiene presencia, maneja las economías criminales, principalmente, el contrabando y la minería, pagando jugosos porcentajes de las ganancias a figuras chavistas”, alertó Mc Dermott.
Para Mc Dermott, el acuerdo de paz con las FARC en 2016, fue el “catalizador” para la expansión del ELN en ambos lados de la frontera, debido a que “engulló” territorio previamente controlado por las FARC.
“El arquitecto de gran parte de la expansión del ELN en Venezuela es alias Pablito y, en nuestra opinión, él es el comandante más creativo, ambicioso y pragmático del Comando Central y quizás él es el principal obstáculo para cualquier acuerdo de paz”, dijo durante la presentación de la investigación.
Mc Dermott expuso algunos de los escenarios en ambos países y coincide con otros expertos en que el camino a la paz en Colombia, “pasa por Venezuela”.
Se refiere, por un lado, al mandatario colombiano, Gustavo Petro y la propuesta de la paz total como una de las prioridades de su gobierno. Petro, espera comenzar a dialogar con el ELN, “poner en orden el trabajo inconcluso del acuerdo de paz de 2016 con las FARC y negociar con las principales organizaciones de narcotráfico del país”.
Por otro lado, resalta que, a pesar de masivas protestas antigubernamentales, el colapso económico y las sanciones internacionales, el presidente Nicolás Maduro ha sobrevivido y, de hecho, se muestra más afianzado que nunca en el poder.
El triunfo de Petro, asegura Mc Dermott, le da una oportunidad a Maduro para volver a la escena internacional al “patrocinar” el proceso de paz.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela han estado marcadas por tensiones desde la llegada al poder del ex presidente Hugo Chávez; la situación se intensificó luego de que Maduro asumió el poder.
Durante el gobierno del ex presidente Iván Duque, las acusaciones mutuas fueron permanentes y se registraron constantes incidentes fronterizos por presuntas violaciones a la soberanía de ambos países.
Duque, en varias ocasiones, denunció la creciente presencia y amparo por parte del gobierno venezolano a grupos irregulares colombianos. A su vez, Maduro acusó a Duque de infiltrar delincuentes para desestabilizar la paz en el país.
A finales del mes pasado, el presidente Nicolás Maduro anunció haber aceptado la solicitud del mandatario colombiano, Gustavo Petro, de convertirse en garante en las negociaciones de paz de Colombia con la guerrilla del ELN.
Esta semana, en Caracas, el gobierno colombiano y el ELN anunciaron la reanudación de los diálogos de paz después de la primera semana de noviembre.