Enfrentado a un creciente número de inmigrantes irregulares que cruzan el Canal de la Mancha, el Reino Unido se prepara para devolver las embarcaciones hacia las costas francesas, según la prensa británica, aumentando las tensiones con París, que denunció un “chantaje”.
Varios periódicos británicos aseguraron el jueves que la ministra del Interior, Priti Patel, ya aprobó esta medida y que la fuerza fronteriza será entrenada en técnicas para lograr que las embarcaciones cargadas de migrantes den media vuelta antes de llegar a las costas del sur de Inglaterra.
Respaldada por el primer ministro conservador Boris Johnson, esta estrategia sólo se utilizaría en “circunstancias muy limitadas”, según The Daily Telegraph, para las embarcaciones más grandes y cuando se considere seguro hacerlo.
Y para aplicarla, aseguró The Times, Patel ha pedido que se reescriba la interpretación que hace el Reino Unido del derecho marítimo internacional.
Pero advirtiendo de que las devoluciones en altamar pueden dañar “la cooperación” entre los dos países, cuyas relaciones son ya tensas desde el Brexit, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, llamó el jueves al Reino Unido a “cumplir con su compromiso”.
“Francia no aceptará ninguna práctica contraria al derecho marítimo, ni ningún chantaje financiero”, tuiteó.
Londres se comprometió a finales de julio a pagar a Francia más de 60 millones de euros (71 millones de dólares) en 2021-2022 para financiar una mayor presencia policial francesa en las costas. Pero, según varios medios británicos, Patel amenazó a principios de esta semana con no trasferir los fondos prometidos si no hay avances.
Ella y Darmanin se reunieron el miércoles en Londres.
Today I held constructive talks with French Interior Minister @GDarmanin on tackling illegal migration across the Channel.
I made clear that delivering results and stopping crossings were an absolute priority for the British people.#G7UK ?? ?? pic.twitter.com/UHVxbvhjJK
— Priti Patel (@pritipatel) September 8, 2021
La ministra británica afirmó después en Twitter que quería obtener “resultados” y convertir el cese de estas travesías en “una prioridad absoluta”.
Pero antes, en una carta fechada del lunes aunque conocida este jueves, el francés advirtió del peligro para la seguridad de los migrantes.
“En el mar, la salvaguarda de la vida humana tiene prioridad sobre las consideraciones de nacionalidad, estatus y política migratoria, en estricto cumplimiento del derecho marítimo internacional“, escribió.
– Todos los medios –
El propio Johnson había afirmado el miércoles ante el Parlamento de Westminster que el Reino Unido debe utilizar todos los medios a su alcance para acabar con el “comercio ilegal” de los traficantes que cruzan el Canal de la Mancha.
En las últimas semanas se registraron números récord de llegadas de migrantes irregulares, alentados por el buen tiempo en altamar.
El lunes, llegaron al Reino Unido por este medio 785 migrantes, tras haberse registrado en agosto un récord diario de 828 personas, lo que lleva el total en lo que va de año a más de 14.000 (frente a 8.000 en todo 2020), según un recuento de la agencia de noticias británica PA.
El ejecutivo británico, que tras el Brexit convirtió el control de la inmigración en una prioridad, quiere imposibilitar estos peligrosos cruces desde las costas francesas y lleva tiempo presionando para que París redoble sus esfuerzos por impedirlos.
“Dependemos mucho de lo que hagan los franceses”, reconoció Johnson.
Pero en su carta, Darmanin rechazó una propuesta británica de crear un “centro de mando conjunto único” para las fuerzas francesas y británicas por considerarla contraria a la soberanía francesa e innecesaria dado que la coordinación sobre el terreno ya es “buena y eficaz”.
Y subrayó que el aumento del número de inmigrantes que desembarcan en el Reino Unido se debe principalmente al uso de embarcaciones más grandes por parte de los traficantes de personas, que “pueden llevar hasta 65 personas” frente a unas 15 anteriormente.
Por su parte, el diputado conservador francés Pierre-Henri Dumont había explicado el miércoles las dificultades a la BBC: “Tenemos entre 300 y 400 kilómetros de costa que vigilar día y noche y es imposible poner policías cada 100 metros”.
AFP