Ya han pasado tres meses desde que finalizó la búsqueda por mar de Anna y Olivia, las ‘niñas desaparecidas de Tenerife’, y de su padre, Tomás Gimeno. Tras muchas semanas de duras labores por parte del buque ‘Ángeles Alvariño’, los resultados más reveladores fueron el hallazgo del cuerpo de una de las hermanas, de Olivia, y dos botellas de oxígeno junto con una sábana y dos bolsas de deporte que pertenecían al progenitor. Sin embargo, aún quedan dos cuestiones clave por resolver: ¿dónde están Anna y Tomás Gimeno? ¿Qué les pasó a las menores?
Por El Confidencial
Los días previos a que terminaran las labores marítimas del buque, en julio, el jefe y coordinador del equipo de expertos que manejaban el Liropus 2000, el robot submarino, José Cubeiro, ya advirtió de que las posibilidades de encontrar a Anna y Tomás Gimeno eran “cada vez menores”. Con todo, aseguró que seguirían buscando por “complejo” que resultase debido a la “inmensidad del mar”. No obstante, desconfaaba “muchísimo” de que se pudiese encontrar a Anna después de que hallaran otra bolsa junto al cuerpo de Olivia en el que supuestamente se habrían ocultado los restos de la hermana pequeña.
En paralelo a estas labores, los investigadores se centraron en reconstruir las últimas horas de Gimeno justo antes de llevarse a las menores, ya que ese espacio de tiempo previo a su desaparición de la isla reveló algunas de las pistas de lo que ocurrió aquella noche. Sin embargo, lo que encontraron tras prolongar las labores de búsqueda del buque ‘Ángeles Alvariño’ fueron dos botellas de oxígeno de tamaño pequeño que podrían pertenecer al padre, según informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil.
El hallazgo del cuerpo de una de las menores, la mayor de ellas, precipitó el ritmo del caso y, según confirmaron los resultados de la autopsia, la pequeña murió a causa de un edema pulmonar agudo. Pero, además, las autoridades también encontraron gracias al buque otra bolsa de deportes vacía y cinta americana que, suponen, sirvió para atar las mochilas al ancla de la embarcación. Los días previos a este hallazgo, los investigadores encontraron en la vivienda del padre un paquete de relajantes musculares, que podría inducir a pensar en que los hubiera utilizado para inmovilizar a las menores. No obstantem el sexto —y último— registro practicado en casa del sospechoso en Igueste de Candelaria (Tenerife), ha culminado sin que la Guardia Civil halla localizado calmantes o sedantes. Pese a ello, la hipótesis de que Gimeno hubiera intoxicado a las hermanas antes de matarlas sigue abierta, a la espera de conocer los resultados definitivos de la autopsia de Olivia.
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