La designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) en Venezuela presenta escenarios desfavorables para la oposición venezolana que está a casi cuatro meses de una elección presidencial primaria marcada, hasta el momento, por la incertidumbre, coinciden expertos.
Los rectores principales y suplentes del CNE habrían renunciado a sus cargos, de acuerdo a la propuesta de orden del día de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional (AN) de mayoría chavista prevista para este jueves.
“Aceptación de la renuncia de los Rectores Principales y Suplentes del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte de la Asamblea Nacional y designación de la Comisión Preliminar del Comité de Postulaciones Electorales, de conformidad con lo establecido en el artículo 295 de la Constitución”, precisa el punto dos de la propuesta divulgada el miércoles por la noche.
Sin embargo, de acuerdo a Eugenio Martínez, periodista especializado en política y procesos electorales, Roberto Picón y Enrique Márquez, rectores considerados de oposición, no han renunciado a sus cargos y solo lo hicieron los rectores principales y suplentes vinculados al oficialismo.
Una fuente allegada al poder electoral que pidió el anonimato confirmó a la Voz de América que las renuncias provienen solo de parte de los rectores vinculados al oficialismo que, afirma, espera mayor “compromiso”.
De los cinco rectores, 2 son considerados de oposición y 2 han militado en el partido de gobierno. Tania D’Amelio, ex rectora del organismo, se convirtió en magistrada del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y debía ser reemplazada en su cargo.
El anuncio ocurre a casi cuatro meses de que la oposición venezolana celebre una elección primaria para definir al candidato presidencial que se medirá con el gobierno en los comicios presidenciales de 2024.
Además, se da en momentos en los que una comisión técnica de la Comisión Nacional de Primaria, ente rector del proceso, mantiene conversaciones para definir si, de confirmarse ciertas especificaciones, solicita asistencia técnica del CNE, en medio de los cuestionamientos de un sector opositor que pide sea “autogestionada”.
Consultado por la Voz de América, Luis Peche Arteaga, consultor político egresado de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) e internacionalista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), para el chavismo es “fundamental” la desmovilización opositora.
En ese sentido, considera que el país podría estar ante dos escenarios, entre ellos uno como el de Nicaragua, que implicaría la suspensión de los procesos de negociación que buscan destrabar la crisis política en el país, lo que le permitiría al chavismo avanzar de manera unilateral en la designación de nuevos rectores “más alineados” con sus posturas.
Ese caso, opina, podría llevar a un adelanto de las elecciones presidenciales previstas para 2024, con la intención de “boicotear” la primaria opositora. La situación, supondría la inhabilitación de todos los candidatos, tal y como se dio en Nicaragua.
“Y que se lleve a cabo un proceso solamente con candidatos que sean lo suficientemente cómodos como para que el chavismo pueda reelegirse sin mayores problemas”, añade.
“De avanzar el chavismo con un escenario de radicalización es la prolongación del escenario actual (…) sería el mantenimiento de la presión internacional en un nivel similar al que vivimos hoy en día, sanciones, aislamiento. Esto implicaría más desesperanza para los venezolanos, probablemente una nueva ola de migración, es un escenario bastante negativo con el país”, expone.
A juicio de Peche Arteaga, el otro escenario probable es que el proceso de designación de nuevos rectores se lleve a cabo en paralelo con una negociación, tal y como ocurrió cuando se conformó el actual CNE.
Aunque las presidenciales deberían celebrarse en 2024, en varias ocasiones diversos funcionarios del gobierno han planteado la posibilidad de que ocurran antes de lo previsto.
Respecto al impacto sobre la primaria opositora en caso de que sea designado un nuevo CNE, Peche Arteaga considera que el proceso queda “muy comprometido” y estima que será necesario evaluar la capacidad de la Comisión Nacional de Primaria de poder organizarlo de forma autónoma, lo que plantea retos logísticos.
Además, cree que se pondría a prueba la capacidad de llegar a acuerdos por parte de actores “muy disparejos” en cuanto a sus posiciones.
“Dinamitándose la opción de la primaria va a ser un tremendo desafío que veo bastante cuesta arriba para los actores opositores. El campo opositor ha estado en un proceso de atomización permanente en los últimos cinco años”, expone.
El politólogo y director estratégico de la consultora Politiks, Enderson Sequera, subraya que la primaria es una “amenaza” para el chavismo y estima que , con sus acciones, el gobierno podría jugar a “dilatar y entorpecer” el proceso.
En mayo de 2021 y producto de un proceso de negociación política, la AN electa en diciembre del 2020 designó a la directiva del CNE, considerado por algunos sectores como el “más plural” en varios años.
Tras el nombramiento del CNE en 2021, por primera vez en 15 años, una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea visitó Venezuela para seguir las elecciones regionales y municipales en las que parte de la oposición se negó a participar por considerarlas una “farsa”.
Jorge Rodríguez, presidente de la AN dijo en enero que, en algunas conversaciones emprendidas con “sectores de la oposición”, surgió el planteamiento de conformar un nuevo poder electoral.
“Esta AN, visto que participamos con el presidente Maduro en todos estos procesos de diálogo y en las propuestas que vinieron de las oposiciones, va a considerar serenamente y atentamente esas propuestas de la oposición”, afirmó Rodríguez en ese entonces.