Hace siete años, Maira Cárdenas convirtió una espaciosa casa de familia de dos pisos a la orilla del mar en las costas de La Guaira, a dos horas de la capital venezolana, en una de las posadas de la pequeña población de Urama.
“Aventurama”, su posada, estuvo cerrada durante meses luego de que en Venezuela se detectaran los primeros casos positivos covid-19 en el país, en marzo de 2020. Este primer semestre de 2021, la situación ha mejorado un poco, en su mayoría, por esa cercanía a Caracas, comenta Cárdenas a la Voz de América.
“El caraqueño no se está desplazando a esos sitios (turísticos más en el interior del país) (…) y muchos posaderos nos hemos adaptado a eso”, comenta.
Sin embargo, explica que no todos han tenido la misma suerte y otros emprendedores con tradición en este servicio se han visto en serias dificultades debido a la pandemia.
“Tengo conocidos que han tenido que cerrar posadas. Tengo conocidos que han tenido que flexibilizar ellos y rebajar completamente los precios para poder tener ocupaciones y cancelar la nómina”, comenta Cárdenas.
“En modo supervivencia”
Según un informe publicado recientemente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y el Desarrollo, y aunque se espera un repunte del turismo internacional en el segundo semestre, las pérdidas debido a la pandemia se estiman entre 1,7 y 2,4 billones de dólares este año 2021, con respecto a niveles de 2019.
Venezuela no escapa de esta realidad. Leudo González, presidente del Consejo Superior de Turismo de Venezuela (Conseturismo), expone que el sector está “en modo supervivencia”, esperando que se puede conseguir condiciones que reactiven el mercado.
Aunque tenían buenas expectativas para el primer semestre, “terminamos, al 30 de junio, con una ocupación (hotelera) que estuvo en promedio cercano al 5, 6% a nivel nacional”, detalla González a la VOA.
A pesar de la ausencia de cifras oficiales, esto significa “una importante cantidad de operaciones turísticas cerradas en el país”, apunta.
¿Mejor que el año pasado?
Nicola Furnari, presidente de Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), describe la situación del sector como “intermitente”.
Hace más de un año, el Gobierno venezolano presentó lo que denominó el modelo “7+7”, que consiste en una semana de flexibilización y otra de cuaterna, para contener la pandemia.
Furnari señala que este modelo los ha afectado porque “no es compatible con la parte turística”. Recuerda que luego de que el país entrara en esa modalidad, no fue sino hasta diciembre de 2020 que tuvo un mes completo de flexibilización, y, a pesar las ventas en carnavales, el país estuvo en cuarentena por tres semanas para Semana Santa.
“Estamos mejor que el año pasado (…) pero todavía estamos en una situación muy crítica”, asegura el presidente de Avavit.
“Realmente está contraído el mercado (…) claro, de estar en cero a empezar a vender, es un avance”, señala, por su parte, Norka González, quien tiene cinco años en el área de turismo vendiendo servicios y productos de forma independiente.
Al igual que Cárdenas, de “Aventurama”, González habla de “adaptarse”. A diferencia de la posada, donde han tenido que sortear el tema de los servicios básicos en la zona, esta vendedora señala que ha tenido que ajustarse a las necesidades de su clientes.
Explica que el tema recreativo no tuvo tanta demanda, pues las personas se están movilizando a lo esencial, como sería el caso de quienes van a visitar a familiares en otros países o los venezolanos que sigue emigrando. Sin embargo, a lo interno, señala buscan desarrollar “espacios que quizá en otros momentos no eran tan atractivos” dentro del país.
Una posibilidad de avanzar
El sector recibió con buenos ojos el reciente regreso a sus operaciones de la mayoría de los aeropuertos del país, con excepción de los de los estado fronterizos de Táchira y Bolívar. Además, el país mantienen la conexión con seis destinos internacionales.
El ministro para el Turismo, Alí Padrón, aseguró este domingo en una entrevista para el canal oficial Venezolana de Televisión que han estado trabajando en la reactivación del sector, pero de manera “paulatina”, por el ritmo que ha impuesto la pandemia.
El ministro aseguró que la desactivación de la economía relacionada al turismo el año pasado fue de un 80%; sin embargo, considera que existe “una posibilidad cierta con nuestro turismo interno de avanzar”.
“El turismo debe ser una visión de país, y en todo caso, es de alguna manera un medio para desarrollarnos, para crecer. Pero también es un fin, porque la única forma que nosotros tengamos la visión de país turístico, es entenderlos que somos un país turístico”, afirmó.
Algunas propuestas
El presidente de Consecomercio, Leudo González, expone que a medida que las condiciones, que no están en su control, vayan avanzando, la industria podrá tener un mejor segundo semestre.
Coloca como ejemplo de esas condiciones el avance de la vacunación en el país y con ello que se pueda ir desmontando el modelo “7+7”, circunstancias que piden esté enmarcado en un plan de recuperación del sector turístico del país que “permita recuperar la oferta y recuperar la demanda”.
Del lado de la oferta, González sugiere revisar el tema de los servicios básicos y contribuciones a los que deben hacer frente para así las ganancias que puedan tener, sean reinvertidas en sus operaciones. Por el lado de la demanda, proponen incentivos como la exoneración o reintegro de impuestos que se pagan en los productos y servicios del sector.
En la misma línea, Furnari, de Avavit, señala la necesidad de que el sector sea calificado como un “prioritario”, en lo que estaría enmarcada la tasa turística preferencial que proponen referido a los impuestos y servicios básicos.
70% del boleto en impuestos
“Hoy en día, a manera de estadística, un boleto saliendo de Venezuela, prácticamente el 70 por ciento del valor se va entre los impuestos que se deben cancelar, además de la prueba PCR que ya viene incluida”, explica.
El presidente de Avavit agrega: “Mientras nos mantengamos así, la verdad es que la situación para nuestro gremio turístico es catastrófica”.
El ministro Padrón se refirió específicamente a la propuestas de las medidas tributarias en la entrevista al canal oficial, asegurando que las políticas fiscales no son para un sector en particular y aseguró que el Gobierno debe buscar un equilibrio entre su búsqueda de recursos y la reactivación.
Ambos representantes del gremio hacen votos por un diálogo entre el sector y las autoridades para procurar compartir soluciones para la industria en el país.
Un sector “muy resiliente”
“Creemos que tenemos todas las potencialidades para poder ser un sector que contribuya de una manera importante a la generación de divisas que tanto necesita el país”, sentencia González.
Entre tanto, la vendedora Norkys González asegura: “El sector es muy resiliente, ha hecho grandes esfuerzos por sostenerse, por mantenerse, esperando este momento” de temporada vacacional. Explica que quizás no sea como otros años, pero “es un avance”.
Cárdenas explica que “en épocas anteriores, ya a esta altura, final de julio, ya tenían casi toda la posada ocupada, pero en esta todavía no está ocupada”. Sin embargo, se muestra optimista que a medida que vayan pasando los días de vacaciones escolares, más huéspedes se animen a visitar la playa.
La entrada Qué pasa con el sector turístico de Venezuela se publicó primero en Sumarium – Información.
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