En Colombia existe una mayor probabilidad de que las personas migrantes recurran a actividades de sexo por supervivencia debido a la falta de oportunidades económicas.
El sexo por supervivencia (SPS) se refiere a una actividad en la cual las personas se involucran en relaciones sexuales a cambio de recursos básicos para su supervivencia, como alimentos, alojamiento o transporte. En esta dinámica, el intercambio sexual se realiza como una estrategia de supervivencia para satisfacer necesidades económicas urgentes.
Aunque el SPS puede implicar una transacción económica o de beneficio material similar a la prostitución, hay diferencias importantes entre ambos conceptos.
Una de las más relevantes tiene que ver con el consentimiento y la elección. En la prostitución, las personas que se dedican a esta actividad lo hacen de manera consensuada y por elección propia, ejerciendo un control sobre sus propias decisiones y acuerdos. En cambio, en el sexo por supervivencia, las personas se ven obligadas o forzadas a participar en estas prácticas debido a su situación de vulnerabilidad y falta de opciones para cubrir sus necesidades básicas.
Otro punto importante es el grado de autonomía y poder de negociación en este tipo de actividad. En trabajo sexual, las personas que lo ejercen tienen cierto grado de autonomía y capacidad para establecer los términos y condiciones de su trabajo, incluyendo la elección de clientes, el uso de medidas de protección y la negociación de tarifas. En el sexo por supervivencia, las personas suelen tener una posición de desventaja y falta de poder de negociación, quedando aún más expuestas a situaciones de abuso, coerción o violencia.