Pareciera que el bolívar digital es más una prevención del BCV ante la certeza de que el nuevo cono monetario pronto quedará inservible
Desde que se acuñó el bolívar como moneda nacional en 1879, Venezuela ha tenido los siguientes conos monetarios:
√ Bolívar: marzo 1879–diciembre 2007.
√ Bolívar Fuerte: enero 2008–agosto 2018.
√ Bolívar Soberano: septiembre 2018–septiembre 2021.
√ Bolívar Digital: 1º de octubre de 2021.
El bolívar acuñado en 1879 circuló durante 129 años, pero en apenas trece años han circulado tres signos monetarios diferentes en igual cantidad de reconversiones monetarias. La primera fue en 2008 cuando se le quitaron 3 ceros al bolívar, la segunda en 2018 con 5 ceros menos y la tercera en 2021 con 6 ceros menos. En total se han quitado 14 ceros.
Sin estas reconversiones, lo que costaba un bolívar costaría ahora el equivalente a 1 más 14 ceros. O sea, 100.000.000.000.000 de bolívares. Una cantidad difícil de leer que significa 100 billones de bolívares.
El récord mundial de las reconversiones lo tienen Alemania (1923) y Zimbabue (2009) con doce ceros en una sola reconversión. Con 25 ceros en total, Zimbabue tiene el registro de más ceros eliminados en las varias reconversiones que aplicó a lo largo de la hiperinflación que sufrió entre 2005-2010.
Cuando los precios son muy altos se requieren bultos de billetes para pagar cualquier compra. Las cifras son tan grandes que no caben en las calculadoras, colapsan los sistemas de cómputo de las empresas e instituciones y esto obliga a llevar a cabo una reconversión monetaria. Al eliminar ceros a la moneda las cifras se simplifican, se alivian las transacciones comerciales, el cálculo de presupuestos y las operaciones financieras.
La reconversión monetaria no es una medida para contener la inflación sino una consecuencia de la misma, pero mal implementada puede desembocar en precios más altos cuando. Esto es lo que ha originado el nuevo cono monetario que solo tiene billetes de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares. Al no contemplar billetes de 2 ni haber monedas para dar el cambio, inmediatamente la mayoría de los precios inferiores a 5 millones de bolívares fueron reexpresados a 5 bolívares, un aumento de más del 100 %. Así, un ticket en un estacionamiento al descubierto que antes costaba 2.000.000 de bolívares soberanos, ahora cuesta 5 bolívares. Nótese que la cifra es más baja pero el precio es más caro.
Por otra parte, debido a la tendencia a redondear las cifras hacia la cantidad más alta, la reconversión monetaria agrava la redistribución regresiva del ingreso desde los trabajadores y familias que viven de un ingreso fijo hacia los sectores que manejan e imponen los precios.
Con la eliminación de 6 ceros, un producto que costaba 9.600.000 Bs queda en 9,6 Bs. La regla dice que si el decimal es mayor que 5, se redondea el precio hacia la cifra mayor: 10 Bs. Así, el consumidor termina pagando 400.000 bolívares más de los anteriores. En el comercio formal e informal, el problema redistributivo se agrava ante la falta de monedas y sencillo para dar el cambio. Quienes controlan los precios tienden a redondear los precios hacia la cantidad mayor, nunca hacia la menor.
La redistribución regresiva del ingreso que causa una reconversión monetaria mal implementada agrava el problema de la pobreza de ingresos en Venezuela que, según la última Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) supera el 94 % de la población venezolana.
El nuevo bolívar digital causa incertidumbre y desconfianza. Para empezar, no garantiza la cantidad de monedas y billetes que se necesitan para pagos en efectivo y compras al menor. Al ritmo actual de la inflación, el nuevo cono monetario en cuestión de meses se quedará corto. Emitir dinero digital resulta más barato y rápido en comparación con el alto costo y tiempo que implica imprimir millones de piezas de billetes cuya capacidad de compra rápidamente se disuelve ante la voraz inflación que azota a Venezuela.
Pareciera, entonces, que el bolívar digital es más una prevención del BCV ante la certeza de que el nuevo cono monetario pronto quedará inservible.
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