En el marco de las elecciones presidenciales en Taiwán
OPINIÓN: Jesús Yánez
La Democracia como forma de vida hoy día en las sociedades modernas es sumamente compleja de entender, el surgimiento de colectivos de derechos sociales, de grupos étnicos y grupos por la reivindicación histórica de los Derechos Humanos nos ha hecho cambiar la óptica de como observamos el rol de la democracia.
Y es que, paradójicamente la Isla de Formosa, avistada por primera vez por navegantes portugueses, es en la actualidad un referente en el continente asiático por poseer un índice democracia y libertades sumamente elevado, convirtiéndose así en la primera nación de ese continente en permitir el matrimonio igualitario, tener una alta y elevada libertad religiosa, entre muchos otros aspectos que le permiten ser ejemplo de desarrollo convirtiéndolo uno de los cuatro tigres de Asia.
Cabe destacar que ese alto índice de democracia viene derivado de una política de estado, que no solo garantizó el desarrollo de una fuerte y vigorosa pequeña y mediana empresa, sino que garantizó una distribución equitativa de las riquezas y una elevada inversión en el sistema educativo, especialmente en las áreas de ciencia y tecnología que diera pie a que conjuntamente con el retorno de talento humano altamente calificado y formado en las mejores instituciones a la creación de su propio Silicon Valley en el Parque Tecnológico y Científico de Hsinchu, donde prácticamente, en ese pequeño espacio del mundo se fabrican nada más y nada menos que los semiconductores o microprocesadores que nos da solución a absolutamente casi todas las herramientas que hoy día nos simplifican las vida. Y si, es que hasta la cafetera con la que en la mañana al despertar nos prepara el primer café del día, depende de microprocesadores en su enorme mayoría hechos orgullosamente en Taiwán.
Taiwán es el responsable de la fabricación de casi el 70% de los microprocesadores de los que como ciudadanos dependemos en el mundo entero; vehículos, celulares, computadores, videojuegos, ascensores, en fin todo lo que nos hace la vida fácil a diario puede estar amenazado ante las pretensiones de una invasión por parte de un modelo autocrático que es el modelo Chino; aunque políticamente hablando es un tema incomodo para muchas naciones, algunas de los cuales no se atreven a conversar, la verdad es que la perdida de la sólida democracia taiwanesa es casi seguro que derivaría en un retraso para la humanidad extremadamente considerable, cabría preguntarse ¿estamos dispuestos a perder nosotros las comodidades de la vida moderna ante esta situación? Es una respuesta difícil, especialmente ante la dependencia que hoy tenemos de la tecnología, pero aparte de esto, ¿nos quedaríamos callados si la voluntad de casi 25 millones de ciudadanos fuese vulnerada? ¿Como defender los valores y principio y valores de la democracia en ese caso?
Lo cierto es que siempre debemos apostar al éxito y fortalecimiento de la libertad y la democracia, la perdida de esta siempre trae consecuencias terribles y en el caso de Taiwán debemos hacer votos por el fortalecimiento de su democracia, que juntamente con su desarrollo tecnológico, son realmente importantes para todos los ciudadanos del mundo.
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