El presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes, Iván Puerta, cuenta cómo puede verse la gran cantidad de emprendimientos gastronómicos en redes sociales y en todos los países. Pero dice que ya no es tan fácil, porque el retorno económico está condicionado por otros factores.
Desde hace un año, aproximadamente, se ha producido un fenómeno singular en el mundo de la restauración venezolana. Restaurantes que abren -y asimismo como abren, cierran-, con una voracidad que es difícil de explicar.
¿Cuántos años tiene La Estancia, en La Castellana, por ejemplo? El negocio de los restaurantes es más bien de cocción lenta, de largo plazo, de raigambre. ¿Cuántos años pasó Helena Ibarra como chef del Palms, en Altamira Suites?
Banca y Negocios exploró con varios conocedores para entender este proceso. Una fuente muy vinculada al negocio gastronómico criollo dijo que sólo en 2022, se han montado 200 restaurantes.
Para todos los paladares
Para Iván Puerta, presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes (Canares), más que un fenómeno, son dos cosas que están sucediendo. La primera, dice, que muchos proyectos quedaron en “stand by” por la pandemia en 2021, “y al ver una suerte de activación comercial, esa gente decidió echar a andar sus proyectos”, explica.
Por otro lado, “en Venezuela cuando la gente ve que algo está medianamente funcionando, todo el mundo comienza a entrar en ese juego”, ofrece por toda explicación.
Calibra que pasa hoy con los restaurantes lo que pasó en algún momento con los bodegones, con las criptomonedas, con los equipos médicos, quizá con las farmacias, entre otros negocios. “Es esa fórmula lo que está llevando a que cada vez más gente esté interesada en este negocio”, indica la fuente.