Al parecer, el restablecimiento de las relaciones colombo-venezolanas será un vehículo algo difícil de poner en marcha, al menos en su totalidad. Las sanciones estadounidense que pesan sobre empresas y personas de Venezuela serán una piedra de tranca y ponen en aprietos el triángulo Washington, Caracas y Bogotá, especialmente a esta última.
Ambas naciones han demostrado —a su manera— el interés por retomar la relación rota. La reapertura formal de la frontera lo evidenció, pero, el revés con respecto a los vuelos entre las dos capitales parece la punta del iceberg de la profundidad que conlleva relacionarse con Venezuela.
Colombia no es Irán, Rusia o China, que actúan sin mucho pensar en Estados Unidos. Por el contrario, es un aliado importante en América Latina pero que quiere incorporar de nuevo a su vecino no solo en la balanza comercial, sino en la región.
El primer desencuentro debido a estas sanciones impuestas por la llamada Lista Clinton, bajo la Oficina de Control de Activos (Ofac) surge ante la imposibilidad de que la estatal Conviasa realizara el primer vuelo hasta Bogotá.
Desde el 2020, la aerolínea tiene la sanción. En ese momento, Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos dijo que “el régimen ilegítimo de Maduro depende de Conviasa para trasladar a funcionarios corruptos en todo el mundo, para impulsar el apoyo a sus esfuerzos antidemocráticos”.
“Entonces, existe la voluntad entre Venezuela y Colombia de normalizar lo más posible su relación, pero existe esa tensión entre Estados Unidos y Venezuela. Si eso sigue así, que es lo más probable, si es muy posible que mantener las sanciones pueda entorpecer las intenciones de normalizar las relaciones”, dijo a EL TIEMPO, Miguel Velarde, economista y consultor político.
Para Carlos Paparoni, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela y quien ha investigado casos de corrupción relacionados al régimen de Nicolás Maduro, considera que la situación entre Colombia y Venezuela va más allá de un escenario político pues cree que para el vecino país “sería un error que estas empresas vinculadas al lavado de dinero” ingresen al sistema colombiano.
“Creo que es un tema de Maduro de ver cómo ingresa a ese sistema”.