La producción petrolera de Venezuela cerrará este año al alza, camino a la meta de un millón de barriles por día que prometió el gobierno de Nicolás Maduro, y es probable que alcance tal nivel operativo antes de marzo de 2022, según expertos y reportes de firmas especializadas.
Por Gustavo Ocando Alex / vozdeamerica.com
Un informe de la agencia Bloomberg indicó que la petrolera estatal venezolana PDVSA produjo un promedio de 908.000 barriles de crudo al día durante la primera semana de diciembre, citando fuentes familiarizadas con la industria.
La cifra reportada casi duplica el nivel operativo de la empresa de principios de año, cuando rondaba los 500.000 barriles por jornada. Según ese reportaje, PDVSA recurrió a “medidas desesperadas” otorgando contratos de contratistas de poco renombre con la promesa de pagos con chatarras o, en algunos casos, con “mochilas rellenas de dólares estadounidenses” por las restricciones bancarias por las sanciones económicas impuestas a Venezuela desde 2017.
Ese nivel de producción contrasta con los reportados por fuentes secundarias de la industria petrolera. S&P Global Platts Analytics, firma especializada en los mercados energéticos mundiales, notificó hace poco que el país suramericano produjo un promedio diario de 660.000 barriles de petróleo en noviembre.
Global Platts Analytics obtuvo su cálculo gracias a entrevistas con funcionarios de la industria, comerciantes y analistas, así como revisiones de inventarios, imágenes satelitales y envíos patentados de los diversos productores.
Ambas cifras representan, no obstante, el incremento paulatino de la producción petrolera de una nación sumida durante años en un clima áspero, de hiperinflación prolongada, la caída del producto interno bruto por siete años al hilo y sanciones económicas que restringen el accionar del gobierno nacional.
Antero Alvarado, economista y director regional de la firma consultora Gas Energy Latin America, explica que la cifra de 908.000 barriles al día reportada por Bloomberg “es el nivel de producción al cual se llegó durante un día”, por lo que recomienda aguardar hasta final de mes para comprobar el promedio.
“Es posible que en el primer trimestre se vuelva a llegar al millón de barriles. PDVSA está pagando a empresas de servicios en moneda extranjera y esto ha hecho que se reactiven estos servicios”, comenta a la Voz de América.
Según Alvarado, PDVSA ha puesto en marcha 40 taladros cabilleros, recibe mensualmente diluentes de Irán y “tiene más dinero” para poder invertir en sus campos y pozos del oriente y occidente del país en un futuro cercano.
“Se están dando las condiciones. Una cosa es producir un millón de barriles y otra cosa es exportarlo”, advierte el experto en petróleo y energía, sobre las dificultades de Venezuela para vender su crudo en el portafolio mundial.
Promesa del millón de barriles
El ministro de petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, juró en febrero pasado que PDVSA aumentaría a finales de año su bombeo de crudo a 1,5 millones de barriles por jornada. Especialistas dudaron públicamente de su promesa.
“Las metas para este año apuntan a un plan productivo en el cual estimamos alcanzar una producción de 1.508.000 barriles día de petróleo”, expresó el funcionario ante el presidente Maduro en un acto oficial televisado.
“Nosotros, presidente, le juramos que este año PDVSA va a cerrar su producción (de 2021) en un millón y medio de barriles de crudo. Es un plan que hicimos junto a los trabajadores”, remarcó entonces en la reunión de alto nivel.
Según El Aissami, su plan se fundamentaba en una inversión de 1.200 millones de dólares para reactivar la industria petrolera venezolana. En noviembre pasado, sin embargo, la misma agencia Bloomberg reportó que Venezuela redujo su objetivo de producción diaria a un millón de barriles de crudo.
El Aissami explicó entonces que la caída “brutal” de la producción se debía al deterioro de activos por culpa de “delincuentes que lograron incrustrarse en la industria”. El gobierno venezolano también culpa en sus discursos a las sanciones económicas extranjeras por el desplome de la producción.
El Aissami, sancionado por Estados Unidos, sería sustituido muy pronto del ministerio petrolero por razones de salud, de acuerdo con la agencia Reuters.
Desde 2017, Estados Unidos aplicó medidas para restringir la libertad financiera y operativa de instituciones clave del Estado venezolano, como PDVSA, para provocar un cambio de gobierno a favor de las fuerzas políticas de oposición.
Años antes de las sanciones extranjeras, dirigentes sindicales, economistas, empresarios y expertos en la industria ya advertían sobre el colapso de la producción debido a la falta de mantenimiento de los activos de PDVSA y a la ausencia de personal calificado en pozos, campos y sedes de la industria.
“Bastante distantes”
Aldo Contreras, economista y docente de la Universidad Católica del Táchira, subraya que el plan de desarrollo nacional refleja la aspiración a escalar hasta una producción de seis millones de barriles al día, hoy una cifra inalcanzable.
“Estamos bastante distantes. Venezuela dejó de ser un país petrolero y está viviendo del sector comercial. El sector petrolero no produce las divisas suficientes para volver a ser la economía que fuimos”, apunta a la VOA.
Venezuela producía 3,2 millones de barriles diarios en 1999, cuando el teniente coronel retirado Hugo Chávez asumió la presidencia. Si bien prometió aumentar la producción a seis millones de barriles, la industria vivió entre los años 2003 y 2009 una crisis que afectó sus niveles operativos, provocada, en buena medida, por el despido de 20.000 empleados de PDVSA tras una huelga contra las políticas oficiales y la expropiación de activos de empresas del sector.
El último reporte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cofundada por Venezuela, precisó que el país suramericano produjo 590.000 barriles de crudo al día en octubre, según fuentes secundarias.
Las fuentes directas, es decir, instituciones del gobierno venezolano, reportaron a la OPEP que produjo 756.000 barriles al día ese mes. Según las encuestas de Platts, el promedio de producción diaria en octubre fue de 610.000 barriles.
Contreras destaca que la crisis petrolera en Venezuela es tan grave que, por primera vez en la historia, el gobierno nacional está importando gasolina.
“Las refinerías están prácticamente paralizadas, tienen 20 años de retraso tecnológico, y siete u ocho años que no tienen reinversión, con explosiones o se queman, con fuga de talento. La economía pasó de 463.000 millones de dólares, en 2012, a unos 43.000 millones de dólares este año”, detalla.
Alvarado, por su parte, diagnostica las maniobras que ha hecho PDVSA para “manejarse diferente” en un contexto de sanciones y crisis económica. Entre ellas, destaca la salida del ministro de Petróleo anterior, un mayor general retirado con estudios de ciencias fiscales, militante del partido de gobierno.
“PDVSA sigue teniendo problemas de retención de personal. No todo dentro es bonito. A pesar de eso, han logrado subir producción”, concluye.