Desde la Plataforma Unitaria Democrática, todos sus miembros deploramos contundentemente la gravísima violación a los DDHH a la que está sometida la disidencia en nuestra hermana República de Nicaragua. La prisión política de cerca de 200 nicaragüenses, el acoso y la persecución son características de los regímenes totalitarios como el de Daniel Ortega.
La reciente y violenta arremetida contra la Iglesia Católica en ese país alcanzó un punto álgido con la detención del obispo Rolando Álvarez en la ciudad de Matagalpa.
La Iglesia Católica continúa velando por la defensa de los Derechos Humanos de todos los nicaragüenses, por lo que consideramos como un suceso de suma gravedad esta persecución contra religiosos que no pretende más que callar las voces críticas contra el régimen de Ortega, intentando ocultar las denuncias que estos han hecho ante la comunidad internacional.
Expresamos nuestra más sincera solidaridad con el pueblo nicaragüense en estos momentos difíciles donde la valentía y la firme convicción democrática de esa nación, junto a la fortaleza y la fe, son esenciales para prevalecer ante la adversidad.
Este ataque constante hacia la población nicaragüense en general, y en particular a la Iglesia Católica, es otra muestra de lo que hacen regímenes totalitarios como el de Daniel Ortega para intentar callar voces disidentes y críticas que recogen denuncias de violaciones de Derechos Humanos. Es por esto que los pueblos de Nicaragua y Venezuela debemos seguir unidos en la lucha por la libertad y llamamos a la comunidad internacional a voltear hacia Nicaragua y exigir justicia, el cese de la persecución religiosa y apoyar por la libertad del obispo Rolando Álvarez y de todo el pueblo nicaragüense.
Finalmente, atendiendo al carácter universal de los DDHH, acompañaremos a los defensores y activistas de Nicaragua, en sus reclamos ante las instancias internacionales que correspondan.