La ruta consiste en realizar elecciones y el “levantamiento” de sanciones imuestas por el gobierno de Estados Unidos
Veinte delegaciones de diferentes países del mundo invitadas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reúnen el martes en Bogotá con la mirada puesta en la reactivación de los diálogos entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en Venezuela, congelados el año pasado.
La instalación de la denominada Conferencia Internacional sobre el proceso político en Venezuela, que se lleva a cabo en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombiae, Bogotá, y que comenzó un poco antes del mediodía del martes, estuvo a cargo del presidente colombiano, Gustavo Petro.
En su intervención, Petro destacó que en «esta esquina de América del Sur» se adelantan dos importantes procesos, el de paz en Colombia y el político en Venezuela y que » para bien o para mal, ambos dependemos de la suerte de cada uno».
El mandatario señaló que “América no puede ser un espacio de sanciones” sino “de libertades” y de “democracia” y que, en este sentido, en el caso venezolano, se debería “andar sobre dos rieles al mismo tiempo”. Es decir, a “establecer el cronograma de las elecciones y sus garantías, y que el pueblo venezolano pueda decidir libre y soberanamente qué quiere. Y también el otro riel sobre el levantamiento de sanciones”.
Petro explicó que pidió a Caracas que ingrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. “Ojalá todo comenzara por el reingreso… porque al final somos los latinoamericanos los que tenemos que decidir si vamos hacia la democracia o hacia la guerra y la confrontación. Y son los venezolanos, nadie más, quienes tienen que decidir su propio futuro”.
El mandatario, además, calificó como “gran conquista” la posibilidad de este reingreso, el que se genere un cronograma de elecciones y que se cumpla el “deseo del pueblo venezolano” y “pueda tomar sus decisiones en total libertad” sin presiones que vengan de adentro o fuera de su país.
Petro también se refirió al proceso de negociación en México, al resaltar que allí “han establecido que avanzan o que retroceden hacia un calendario electoral”, pero afirmó que “la sociedad venezolana quiere no ser sancionada porque las sanciones han recaído sobre el pueblo venezolano”.
“Acá en las calles lo hemos visto. Un pueblo con hambre, huyendo de la miseria”, señaló el presidente de Colombia.
El jefe de Estado colombiano, finalmente, señaló que espera que tanto la oposición venezolana como el gobierno y, sobre todo, el pueblo, reciban las recomendaciones que saldrán de la reunión, la cual se inició después de la instalación, a puerta cerrada.
Previo a la reunión, el ministro de Relaciones Exteriores colombiano, Álvaro Leyva, dijo a los medios que se espera que de la reunión «salga una fórmula para que se puedan entender los venezolanos entre venezolanos para cumplir lo que prevé la Constitución, unas elecciones en 2024, elecciones presidenciales que, si tienen éxito, se puede seguir el recorrido de democracia para efectuar las elecciones en 2025».
Leyva enfatizó que Colombia no es la encargada de brindar garantías en el proceso, sino que actúa como un «precipitador». De esta manera, agregó, se atenderán «las insinuaciones» de los países convocados.
Reacción del gobierno venezolano
El gobierno venezolano, a través de un comunicado publicado el martes en la tarde, informó que “toma nota” de las observaciones emitidas en la cumbre, y reiteró su petición de levantar las sanciones que califica como “coercitivas, unilaterales, ilegales y lesivas” y que “constituyen una agresión a toda la población venezolana y que obstaculizan el desarrollo de la vida económica y social del país”.
Así mismo, reiteró que la negociación en México avanzará, siempre y cuando se cumpla con el compromiso alcanzado sobre la creación de un fondo social para atender las necesidades más urgentes en Venezuela, y se libere al empresario colombiano Alex Saab, quien enfrenta un juicio en Miami.
Con información de la VOA