Lapatilla
Rosaura, junto con sus dos hijos y su esposo, lograron escapar del operativo que se montó por la mañana del jueves en los alrededores de los patios de Ferromex, en Torreón, y confían en poder llegar a la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua, para cruzar hacia los Estados Unidos.
Por El Siglo Torreón
Y es que ayer por la mañana, personal del Instituto Nacional de Migración, acompañados por elementos de corporaciones de los tres órdenes de Gobierno, como Guardia Nacional y Sedena, realizaron un recorrido por las inmediaciones de las instalaciones de Ferromex, ubicadas en la colonia Braulio Fernández, a fin de evitar la presencia de migrantes.
Sin embargo, ese no ha sido el primer obstáculo con el que se han topado como familia, pues han soportado los últimos días las bajas temperaturas que se registraron en la parte norte y noreste del país, las cuales son aún más intensas cuando se viaja a la intemperie y dentro de un vagón de tren.
Rosaura es madre de dos pequeños, una niña de cuatro años y un niño de solo un año, y viaja junto con su esposo con la esperanza de llegar a los Estados Unidos.
Aunque son originarios de Venezuela, desde hace seis años radicaban en Colombia, de donde salieron el 8 de diciembre rumbo a México. El camino no ha sido fácil, pues tan solo en la Ciudad de México vivió uno de los momentos más aterradores de su vida; primero un hombre intentó llevarse a su pequeña ofreciéndole unos pesos y después, una mujer le hablaba de forma insistente. Desde entonces, no se separa ni un momento de sus pequeños.
“Me intentaron robar a la niña, llegó un señor y la tomó de la mano, yo me di cuenta y le dio unas monedas y se fue, después una señora le estaba llamando. Después no los suelto para nada”, comentó conteniendo las lágrimas.
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